El Alzheimer es una enfermedad que significa algo más que la pérdida de memoria. Puede venir acompañada de una amplia variedad de síntomas y señales de advertencia e identificarlas pueden servir para su detección temprana ya que un diagnóstico a tiempo nos da tanto a nosotros como a nuestra familia tiempo para planear el futuro de manera efectiva.

A continuación, veamos 10 señales de advertencia enumeradas por la Asociación de Alzheimer de Estados Unidos. En el caso de detectar cualquiera de ellas en nosotros mismos o en alguien que conocemos, no deben ignorarse, sino buscar una cita con el médico para empezar a hacer los análisis necesarios.

Pérdida de memoria que perturba la vida diaria

A medida que envejecemos, es común que olvidemos nombres o citas que luego recordamos. Sin embargo, olvidar información que hemos aprendido a profundidad es diferente. Una de las señales de advertencia más común es la pérdida de memoria en la que se incluyen cosas como olvidar fechas o eventos significativos, pedir repetidamente la misma información (sin recordar que ya se nos ha dado), o recurrir a elementos externos a manera de ayuda memoria (como notas o dispositivos electrónicos) o a familiares para cosas que antes podíamos recordar por nuestra cuenta sin dificultad.

Problemas para seguir pasos o solucionar problemas sencillos

Las personas con Alzheimer a menudo tienen problemas para hacer preparativos, seguir un plan o trabajar con números. No hablamos de un error ocasional al hacer una cuenta, sino que algo tan simple como seguir los pasos de una receta familiar, organizarse mientras se prepara para una fiesta o llevar un registro de las facturas mensuales puede resultar difícil. Además, pueden tener dificultad para concentrarse y demandar de mucho más tiempo que antes para hacer las cosas.

Dificultad para llevar a cabo tareas que antes eran simples

Es típico que las personas mayores ocasionalmente necesiten ayuda con tareas como cambiar los ajustes de una televisión. Sin embargo, las personas con Alzheimer a menudo encuentran difícil completar las tareas diarias en el hogar, en el trabajo o durante las actividades de ocio. Por ejemplo, pueden tener problemas para manejar hasta un lugar conocido o recordar cómo usar una aspiradora o jugar a las cartas.

Confusiones de tiempo o lugar

A todos nos pasa que en algún momento no tenemos claro que día de la semana es y luego nos aclaramos sin ayuda de ningún tipo. Pero las personas con Alzheimer pueden tener dificultades para distinguir su ubicación y/o la hora del día. A menudo pierden la noción de tiempo y no saben en qué día se encuentran ni en qué época del año.

Problemas para entender imágenes

Problemas visuales como las cataratas son algo común al envejecer, pero alguien con Alzheimer puede llegar a sufrir problemas aún más graves. Entre ellos se incluyen dificultades para leer, para juzgar la distancia y para identificar colores o contraste.

Problemas repetidos y nuevos al hablar o escribir

Para las personas con Alzheimer, seguir o unirse a una conversación puede ser muy difícil. Pueden repetir cosas que ya han dicho, esforzarse demasiado para encontrar las palabras concretas que quieren decir o emplear nombres incorrectos para algunas cosas.

Perder cosas y no poder encontrarlas

Las personas con Alzheimer pueden perder sus pertenencias frecuentemente y tienen dificultad para repetir sus pasos para encontrarlas de nuevo. Es posible que olviden dónde guardan artículos importantes como un certificado de nacimiento o artículos que usan a diario, como las llaves de un auto. A veces, pueden llegar incluso a acusar a otros de robar.

Tomar malas decisiones evidentes

Un enfermo de Alzheimer puede experimentar cambios de opinión o de decisiones con más frecuencia de lo normal. Por ejemplo, pueden tomar decisiones claramente equivocadas al encontrarse con un extraño a la hora de manejar dinero. Además, pueden prestar menos atención a mantenerse limpios y a su apariencia en general.

Evitar la socialización cuando antes no se hacía

Es normal que los ancianos se cansen en las actividades familiares y sociales, y también en las laborales, por supuesto. Pero alguien con Alzheimer dejará de asistir a ellas de manera radical y no pasará más tiempo haciendo cosas que antes disfrutaba. También puede evitar socializar debido a los cambios que ha experimentado.

Cambios en el estado de ánimo y la personalidad

A medida que una persona envejece, desarrolla una forma específica de hacer las cosas y puede irritarse cuando su rutina o plan se interrumpe. Pero una persona con Alzheimer puede tener bruscos cambios de humor y sentir una multitud de emociones al mismo tiempo. Puede confundirse, sospechar, deprimirse y tener miedo o ansiedad. Puede sentirse fácilmente molestos en casa, en el trabajo, con amigos o en lugares donde no se sienten cómodos.

Fuente: Everyday Health