Si el cerebro trabajara de manera independientemente, podría ser un mejor predictor de eventos futuros que un humano. Cuando una situación en específico tiene posibilidades de tener éxito, una región de nuestro cerebro se activa, aún cuando se decida lo contrario conscientemente.

Si este descubrimiento se puede generalizar a diferentes áreas de la vida, el denominado pronóstico neuronal, podría permitir realizar mejores encuestas en las votaciones o incluso predecir cambios en la bolsa de valores y otros mercados financieros.

Brian Knutson, investigador de la Universidad de Stanford en California y su equipo, analizaron el cerebro de 30 personas para determinar si este modelo puede predecir el comportamiento de mercado general, al muestrear un grupo pequeño de individuos.

El cerebro de los participantes era analizado mientras decidían cuáles, de entre 36 proyectos, debían financiar. Todos los proyectos eran propuestas de películas documentales de un sitio web de financiación colectiva llamado Kickstarter y a cada participante se le mostraron imágenes y descripciones de cada campaña.

Cuando las campañas reales terminaron unas semanas después, 18 de los proyectos habían obtenido financiamiento. Al cotejar con los resultados del análisis cerebral de los participantes, el equipo descubrió que la actividad del cerebro, en una región llamada núcleo accumbens, había mostrado cambios cuando se le mostraron los proyectos que llegaron a tener éxito.

La paradoja de la predicción

A través de un algoritmo, creado por el grupo de investigadores, pudieron predecir qué campaña sería financiada con una precisión del 59.1%, únicamente utilizando la actividad neuronal. Más de lo que se podría esperar por la casualidad.

Lo paradójico fue que esto, contrastó con lo que los participantes conscientemente pensaron y escogieron en base a sus gustos. A diferencia de lo que su actividad cerebral indicaba, la predicción de las personas solo tuvo una precisión del 52.9%, lo que no es mejor que lo que se espera por pura casualidad

El grupo de científicos estaba tan sorprendido con los hallazgos, que repitieron el experimento con otro grupo de participantes y diferentes campañas de Kickstarter, obteniendo los mismos resultados. “Lo observado es realmente fascinante” afirma Stefan Bode de la Universidad de Melbourne Australia, pero “como el cerebro puede saber que va a ser exitoso y la persona no?”, se cuestiona el científico.

Predicciones poblacionales

La diferencia observada podría deberse a que, uno tiene que sopesar varios factores para tomar una decisión. El núcleo accumbens se asocia con recibir recompensas, entonces su actividad puede aumentar ante la idea de comprar un delicioso postre, pero otras regiones del cerebro pueden entrometerse, diciendo que deberías controlar tu peso o no gastar dinero en golosinas.

Aunque tu no compres el postre, dice Knutson, el núcleo accumbens puede prevalecer en otras personas que si lo compran, o que tú lo hagas un día después. De esta manera, si se fragmenta el proceso de toma de decisiones en el cerebro y solo se identifica la actividad que representa a la pura intención, se podría predecir lo que la persona eventualmente va a hacer o realmente quiere hacer, explica. “Así, la actividad del núcleo accumbens puede generalizarse a una población general”.

Bode por su parte, sugiere que la explicación más simple a lo observado es que hay algo en la presentación visual de los proyectos que origina una reacción fuerte en el núcleo accumbens, y la respuesta ya sea negativa o positiva al estímulo predice el éxito a largo plazo.

Tú vs. tu cerebro

Las personas por lo general, pueden no tomar en cuenta lo que el núcleo accumbens les sugiere o tomar una decisión en base a diferentes factores cuando están frente a un proyecto. El punto clave está, que la reacción del núcleo accumbens ocurre en el inicio del proceso de toma de decisiones y no es percibida conscientemente, “De ahí la falta de correlación con sus propias predicciones de lo que será exitoso”, afirma Bode.

Aún así, en promedio, parece ser que las personas si toman en cuenta a su núcleo accumbens más que lo que lo ignoran, por esta razón la actividad neuronal en esta pequeña región del cerebro, en un grupo pequeño, puede predecir el comportamiento de un grupo grande de personas.

“Si logramos entender el origen de este fenómeno, podría ser un paso adelante en el campo de la predicción neuronal del comportamiento poblacional y posiblemente ser aplicado a otras áreas como de la salud o financiera” comenta Bode.

Si a futuro, en el análisis se toman en cuenta otras regiones del cerebro, podría potenciarse el poder predictivo. Cuando el grupo de investigadores usó el algoritmo con toda la actividad neuronal, pudieron predecir los resultados con una precisión del 67%.

El alcance que la predicción neuronal puede tener a futuro, tiene la posibilidad de mejorar las encuestas de votaciones, marketing, entre otros. Al parecer nuestro cerebro tiene las respuestas correctas, y tomar en cuenta nuestras reacciones iniciales podría ser un predictor de éxito.

Fuente: New Scientist