La resistencia a los antibióticos continúa propagándose. En 2014, el Dr. Keiji Fukuda, subdirector de Seguridad Sanitaria de la Organización Mundial de la Salud (OMS) ya lo advirtió: se necesita una acción urgente y coordinada para el mundo post antibiótico. Un mundo en que las infecciones comunes y menores pueden volver a ser letales.

Y esto ya empezó. Alrededor de 23.000 personas mueren cada año en Estados Unidos debido a las bacterias resistentes a los antibióticos, según el Centro para el Control de Enfermedades (CDC) . En la India, se tiene la mayor tasa de resistencia del E. Coli en el mundo, según el Centro de Dinámica de Enfermedades, Economía y Política. En China, la resistencia a la droga colistin se está extendiendo. El panorama se va agravando.

Esta resistencia continuará creciendo y es uno de los grandes retos de salud de nuestro tiempo. Y por eso, se mucha investigación gira alrededor de esto y parece que los investigadores encontraron un súper arma.

¿Por qué se vuelven resistentes las bacterias? Evolución y capacidad de adaptarse, y de evitar cualquier antimicrobiano que encuentren en el camino. En un principio los antibióticos fueron una revolución, pero desde ese momento las bacterias comenzaron a remodelarse con mucha flexibilidad.

El nuevo enfoque ya no busca desarrollar nuevas formas de matarlas (y que eventualmente se volverán resistentes) sino volverlas vulnerables a los antibióticos ya existentes. El estudio dirigido por el Dr. Bruce Geller, profesor de microbiología en la Universidad Estatal de Oregón, eligió moléculas sintéticas llamadas oligómeros morfolino fosforodiamidato conjugados con péptidos o PPMO.

Los PPMO están diseñados para para neutralizar los mecanismos de resistencia en las bacterias, dejándolos vulnerables a los antibióticos. Esta molécula es capaz de restaurar la sensibilidad a los antibióticos estándar, ya aprobados en las bacterias que ahora son resistentes a los antibióticos.

Se trata de una molécula sintética que imita al ADN y se une al ácido ribonucleico (ARN) de una célula. El ARN toma la información almacenada en el ADN de una célula, traduciéndola en proteínas que llevan a cabo las diversas funciones de esa célula. En pocas palabras, imaginemos que el gen es una carta con instrucciones y el ARN el mensajero y ejecutor. El PPMO interceptaría la carta y la reemplazaría con una que indica no hacer absolutamente nada para neutralizar a los antibióticos. La bacteria quedaría indefensa.

Esto es un enfoque novedoso, pues los antibióticos estándar no se enfocan en expresión genética sino a la unión de estructuras celulares como ribosomas o membranas. Aquí, se apunta directo al ARN mensajero.»

El Dr. Geller ha estado trabajando en su investigación desde el 2001, y el recorrido no ha sido fácil, pero los resultados son muy prometedores y lucharán directamente contra la resistencia de los antibióticos.

Es muy importante que nunca te automediques y que te atiendas con un doctor de confianza. Según la CDC, el 30% de las recetas de antibióticos en Estados Unidos al año son innecesarias pues se trata de un virus y no una bacteria. Por esto, es importante que todos los involucrados tengamos un papel responsable en la lucha contra las bacterias resistentes.