¿Qué es la resistencia a la insulina?

Cómo_se_debe_aplicar_la_insulina

La insulina es una hormona que actúa como la llave de una puerta. Permite el paso de la glucosa hacia el interior de la célula. Algunas veces, este proceso no funciona y la glucosa se acumula en la sangre, aunque se siga produciendo insulina. A esto justamente se le llama resistencia a la insulina. Los científicos tienen algunas teorías de su origen, pero aún no está muy clara la razón de ese problema.

Normalmente, esta condición no presenta síntomas. Una persona puede vivir mucho tiempo con este problema y no darse cuenta. A veces, las personas con una resistencia severa a la insulina desarrollan “parches” oscuros de piel en el cuello, codos, rodillas, manos y axilas.

Algunos factores de riesgo para desarrollar resistencia son: el sobrepeso, la falta de ejercicio, presión arterial alta o fumar. Otras condiciones médicas relacionadas con el sistema circulatorio también pueden ser detonantes de este mal, como los triglicéridos altos, enfermedades del corazón, ataques cardíacos o enfermedades de los vasos sanguíneos en el cuello o las piernas.

La genética también juega un papel importante. Personas de ascendencia afroamericana, latina, hispana, nativa americana, nativa asiática o de las islas del Pacífico son más propensas a desarrollar resistencia a la insulina. Si su padre, hermano o hermana tiene diabetes tipo 2, el riesgo de contraer esta enfermedad aumenta. También lo hace si su madre tuvo diabetes gestacional mientras lo llevaba en el vientre.

El examen para detectar la resistencia a la insulina es complicado e incómodo. Probablemente, el doctor recomiende hacer una examen de prediabetes para diagnosticar la resistencia, ya que mide el nivel de azúcar en la sangre. Un laboratorio puede determinar el nivel de glucosa al realizar un examen en ayunas, o encontrar un promedio de los niveles de azúcar de los últimos meses. Si estos sobrepasan las cantidades normales, probablemente la persona es resistente a la insulina.

La insulinorresistencia puede transformarse en diabetes. Eventualmente, el esfuerzo extra que hace el páncreas para producir insulina puede deteriorar a las células que la producen. Esto puede desencadenar en una prediabetes o una diabetes tipo 2. Si se realiza un diagnóstico temprano y se cambia el estilo de vida, se puede prevenir el desarrollo de estas enfermedades.

Estilo de vida

legumbres

Consuma menos dulces, harinas refinadas y grasas animales. Incluya en su dieta más porciones de frutas, vegetales y granos integrales. De esta manera se controla el peso hasta llegar y mantenerse en un nivel saludable. Además, ayuda a las células a utilizar mejor la insulina, La dieta DASH, para personas con presión alta, es un buen ejemplo. Implica disminuir también la cantidad de sal consumida. Puede ayudar a bajar el nivel de resistencia la insulina, especialmente si la persona adelgaza y empieza a hacer ejercicio. Algunas estudios también han probado que existe una relación entre la falta de vitamina D y la resistencia.

La actividad física también es un factor determinante a la hora de luchar contra esta condición. Así como una dieta saludable, el ejercicio también ayuda a perder y controlar el peso. Además, ayuda a que la insulina sea usada por las células, especialmente en los músculos. Lo ideal es realizar ejercicio por lo menos 30 minutos al día durante toda la semana. Deben ser ejercicios que aceleren el ritmo cardíaco y el respiratorio.

Medicación

medicamentos

El cambio en el estilo de vida es el mejor tratamiento. Pero, si la persona tiene la condición, es más propensa a desarrollar diabetes tipo 2. En esos casos, el médico puede prescribir metformina para prevenir o retrasar el desarrollo de la diabetes. Este medicamento también puede prevenir la aparición de esta enfermedad en mujeres que tuvieron diabetes gestacional.