Estudios recientes indican una probable asociación entre el uso de los medicamentos para la acidez, conocidos como inhibidores de la bomba de protones (IBP’s), con un incremento en el riesgo de muerte.

El estómago contiene una “fábrica” para generar ácido, necesario para la digestión de los diferentes alimentos que consumes. Cuando la producción del ácido es mayor o la mucosa del estómago está alterada, dicho ácido puede causar dolor y malestar, conocido como acidez estomacal. Existen medicamentos que regulan esta “fábrica” de ácido, llamados IBP’s ya mencionados y los bloqueadores H2.

No es la primera vez que los IBP’s han sido asociados con problemas para la salud. Estudios previos ya los han relacionado con problemas renales, demencia y fracturas de hueso, aunque ninguno ha sido comprobado.

En un nuevo estudio, realizado en el Sistema de Salud para Veteranos en St. Louis, reportan que la probabilidad de morir aumenta a medida que aumenta el tiempo de consumo de IBPs, explica Ziyad Al-Aly, director de epidemiología.

Los IBPs, como el omeprazol, lansoprazol y esomeprazol, son de los medicamentos más utilizados a nivel mundial. Solo en Estados Unidos hay 15 millones de recetas mensuales para esomeprazol. A pesar de que el tratamiento indicado tiene a ser corto, de 2 a 8 semanas, muchas personas los terminan consumiendo por meses o años.

La prescripción de IBPs y bloqueadores H2, como ranitidina, cimetidina y famotidina, está indicada para enfermedades serias como: sangrado gastrointestinal, reflujo gastroesofágico, gastritis aguda o crónica y úlceras. Dosis menores usualmente se usan para la acidez estomacal y la indigestión.

El estudio, que duró 5 años, examinó las historias clínicas de alrededor de 275.000 consumidores de IBPs y 74.000 de bloqueadores H2. Comparados con los usuarios de bloqueadores H2, “las personas que toman IBPs por un año, tienen alrededor del 25% más de riesgo de muerte” dice Al-Aly. Como millones de personas los utilizan regularmente, ese 25% puede traducirse a miles de muertes por año, afirma.

Una limitación del estudio, es que no tuvieron información de la causa de muerte. Por lo que no pueden explicar con certeza, el vínculo entre el uso del medicamento y una muerte más temprana. Han propuesto algunas teorías de envejecimiento celular, que al momento son solo especulaciones.

El estudio no muestra relación causa y efecto, únicamente asociación. La industria farmacéutica dice que los medicamentos son seguros, siempre y cuando el paciente siga las instrucciones. Al-Aly comenta, que su estudio no instan a que los pacientes dejen su tratamiento, sino que se tome en cuenta que es un “pequeño pero significativo riesgo”.

Existen condiciones médicas en donde los IBPs son el pilar tratamiento, el problema está en que, muchas veces por falta de indicación del médico o por voluntad del paciente, se prolonga el uso a 2 o 3 años, sin que sea necesario. “Cualquier uso de IBPs, que no sea casual, debe estar bajo supervisión médica” afirma Al-Aly.

Matthew Pappas, médico e investigador de la Cleveland Clinic, comenta que toda medicación tiene beneficios y riesgos, y agrega la importancia de valorar la necesidad real de tomar IBPs. “Si no existe una razón convincente para tomar un IBP, vale la pena probar con estrategias de menor riesgo”. Entre las cuales están, bajar de peso, evitar comidas que desencadenan acidez como el alcohol, la cafeína y los críticos.

Del lado de la industria farmacéutica, Alexandra Engel, vocera de AstraZeneca, dice “Confiamos en la seguridad y eficacia de nuestros IBPs (Nexium y Prilosec), establecida tras numerosos estudios clínicos, siempre que éstos se utilicen acorde a la etiqueta de la FDA (Food and Drugs Administration)”.

Además la Asociación de Consumidores de Productos para la Salud menciona, que el estudio no incluyó a los productos que se venden en el mostrador, sino únicamente los que se utilizan en personas con enfermedades más graves y que típicamente se usarán en mayor dosis y por mayor tiempo.

El grupo de investigadores, finalmente, recomienda a los consumidores de estos medicamentos prestar atención a la etiqueta del producto para un uso adecuado. Dosis bajas de IBPs están aprobadas para tratamientos cortos, que equivalen a 2 semanas de duración, hasta 3 veces al años.

Fuente: WebMD