¿Qué puedes hacer con al acné en la adultez?

El acné suele asociarse a un periodo de nuestra vida: la adolescencia. Es por ello que, pasado ese tiempo, nos preocupamos si todavía seguimos encontrándonos con las siempre molestas espinillas en nuestra cara. Por ello, conozcamos un poco más acerca del acné durante nuestra vida adulta y cómo podemos remediar su aparición.

Causas del acné

Empecemos por decir que detrás del acné adulto están las mismas causas que tras el acné adolescente: exceso de grasa en la piel y bacterias. Cualquier cambio en las hormonas, incluyendo los provocados por el embarazo o la menstruación, puede desencadenar un exceso de grasa. Junto a esto, las mujeres fumadoras también parecen ser más propensas a sufrir acné.

Otro factor puede ser la familia: si uno de nuestros padres (o los dos) han sufrido de acné en la edad adulta, tendremos un riesgo más alto de padecerlo nosotros también. Hay que tener en cuenta que es posible tener acné no solamente hasta los 40 años, sino incluso más allá de esta edad.

Dicho esto, hay que señalar que el acné parece desaparecer por sí mismo con el tiempo. Según un estudio, se vuelve menos común tras los 44 años de edad y, para algunas mujeres, finaliza con la llegada de la menopausia.

Desmontando mitos acerca del acné

Existen algunas creencias acerca de que ciertos productos o estados físicos causan, empeoran o curan el acné. Veamos algunas de las más comunes y qué hay de cierto o falso en ellas:

  • El maquillaje causa acné: es cierto. De hecho, cualquier sustancia que te pongas en la cara tiene el potencial de obstruir los poros. Por ello, recurre siempre a maquillaje sin grasa, protectores solares y otros productos para la piel. Los que son no comedogénicos y no acnegénicos pueden ser los mejores para la piel que es propensa al acné.
  • El estrés causa acné: no es cierto. El estrés no se considera como una causa principal del acné. Más bien, es el acné el que puede incrementar nuestros niveles de estrés. Ahora bien, a pesar de no ser una causa principal, sí puede empeorarlo, por lo que mejor intentar mantener sus niveles bajo mínimos con cosas como ejercicios de respiración profunda o incluso meditación.
  • El chocolate, el azúcar y la comida grasosa causa acné: no hay pruebas científicas sobre ello, aunque sí parece que ciertos alimentos desencadenan brotes, por lo que será mejor evitarlos, sobre todo si identificamos los que lo hacen en nuestro caso particular. De todas formas, los productos mencionados perjudican nuestra salud de otras maneras, razón de más para minimizarlos o tan solo no consumirlos.
  • Las píldoras anticonceptivas causan acné: al contrario de lo que se piensa, pueden ayudar a algunas mujeres a controlarlo. Las hormonas de estas píldoras pueen ayudar a bloquear las hormonas androgénicas. El andrógeno aceleran el funcionamiento de las glándulas sebáceas. Pero aunque se tomen estas píldoras, sigue siendo necesario tener una buena rutina de cuidado de la piel.
  • El acné está relacionado con la anemia: la causa más común de la anemia es que estar bajos en hierro, pero no está comprobada la relación entre esto y el acné, a pesar de que algunos estudios han mostrado una pequeña conexión. Sin embargo, algunos científicos piensan que la relación iría en el sentido de que tomar demasiado zinc para tratar el acné puede causar anemia. Por cierto, que sobre lo de tomar zinc para tratarlo, hay evidencia científica limitada, así que no está probada al 100% su efectividad.

Medidas preventivas

  • Evita tocarte la cara, pues ello puede aumentar la grasa, irritar la piel y estimular el crecimiento de bacterias.
  • Mantén el cabello graso apartado de la piel. Y procura usar productos no-grasos para el cuidado del cabello,  Y busca productos para el cabello sin aceite. Los productos para el cuidado del cabello graso pueden llegar a la cara y obstruir los poros.
  • Trata tu piel con amabilidad. Usa las yemas de los dedos (sin frotarte y tampoco con una toalla o esponja) para lavarte la cara con un limpiador no abrasivo. Siempre usa productos que no sean agresivos para el cuidado de la piel.

Tratamiento

Existen tratamientos para el acné adulto, pero lo mejor es acudir a un dermatólogo para que recete el más apropiado según el acné que padezcas y tu tipo de piel. La mayoría de gente descubre un tratamiento propio formado por una combinación de productos que le funcionan mejor. Eso sí, sus efectos suelen verse por lo general después de entre 4 y 12 semanas. Y para que funcione, hay que continuar aplicándolo.

Hablando ya de productos concretos, los primeros tratamientos que se suelen probar son las cremas bajo prescripción médica con peróxido de benzoilo, ácido salicílico o ácido alfa-hidroxi. Algunos necesitan de receta y otros no. Los retinoides, cremas a base de vitamina A, también funcionan para destapar los folículos pilosos.

También es posible que tu médico te recete cremas más fuertes u otros medicamentos que ayuden, como antibióticos, retinoides orales, bloqueadores androgénicos y píldoras anticonceptivas de dosis baja.

Si padeces de acné quístico, algo que puede ser doloroso y frustrante de tratar ya que los folículos se obstruyen profundamente bajo la superficie de la piel, tu médico puede elegir enfrentarlo con píldoras antibióticas por un corto periodo de tiempo. Los corticosteroides pueden reducir la inflamación y las cremas tópicas con retinoides también pueden ayudar.