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Con el pasar del tiempo, los dientes tienden a perder su brillo, adquirir un tono grisáceo o manchas amarillas. A pesar de que la edad es un factor, ciertos alimentos, bebidas e incluso enjuagues bucales pueden manchar los dientes. Existen algunos remedios caseros que se pueden probar para remediar este problema, así como evadir sustancias que manchan los dientes para evitar que sigan perdiendo su coloración.

Es posible remover manchas superficiales utilizando productos de venta libre. Hoy en día, existe en el mercado una gran variedad de productos, tiras blanqueadoras, pastas, enjuagues y kits blanqueadores. Incluso algunos remedios caseros pueden servir. La mayoría de los productos que se venden en las farmacias utilizan blanqueadores suaves. Las pastas dentales utilizan abrasivos y químicos para remover las manchas. Si es que estos productos no funcionan, es necesario hacer una visita al dentista.

Los kits blanqueadores que se venden para ser usados en el hogar normalmente contienen peróxido de carbamida, un blanqueador que puede remover las manchas superficiales y las profundas, además de cambiar la coloración natural del diente. Por ejemplo, este tipo de kits pueden ser útiles para eliminar manchas producidas por beber café. Con algunos kits, el proceso consiste en aplicar un gel con base de peróxido sobre los dientes, usando un pequeño cepillo. En otros, este gel ya viene incluido en un molde que se coloca sobre los dientes. El molde debe ser usada a diario, por 30 o 45 minutos, durante una semana o más.

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Por otro lado, las tiras blanqueadoras también pueden ser una solución efectiva. Son tiras delgadas, casi invisibles, cubiertas con un gel blanqueador con base de peróxido. Lo ideal es utilizarlas durante algunos minutos al día, diariamente, por una semana o más. Los resultados son visibles después de unos días y pueden durar hasta un año. Aunque no son tan efectivas como los kits blanqueadores, son útiles y fáciles de usar.

Las pastas dentales, los geles y los enjuagues pueden ayudar con las manchas superficiales. La mayoría de estos productos contienen abrasivos suaves, químicos o agentes abrillantadores. Al contrario de los blanqueadores, estos no cambiarán el color natural del diente.

Los remedios caseros también son una opción. Hay personas que prefieren el antiguo método de utilizar bicarbonato de sodio y un cepillo para remover las manchas de los dientes. Algunos alimentos, como el apio, las manzanas, las peras y las zanahorias hacen que la boca produzca mucha saliva, lo que ayuda a eliminar los residuos de los dientes. Masticar goma de mascar sin azúcar también tiene el mismo efecto. Además de esto, la saliva neutraliza el ácido que causa que el deterioro de los dientes.

Al momento de blanquear los dientes, hay que tomar otros factores en consideración. Si se tiene muchas carillas dentales, adhesivos, empastes, coronas y puentes, estos no se verán afectados por ningún blanqueador. Esto quiere decir que su color se diferenciará del resto de dientes.

Lo más importante es recordar que se debe evitar que los dientes se manchen tanto como se pueda. Con el paso del tiempo, el esmalte de los dientes se desgasta y se cae. Debajo de esta capa, está la dentina, que es de un color amarillento. Por ello crucial evitar comida y bebidas que puedan mancharlos, especialmente después de haberlos blanqueado. Repetir el procedimiento muy seguido hace que los dientes se vean translúcidos o azules.