La ayahuasca ha sido consumida en Sudamérica durante siglos en rituales religiosos. Es una mezcla alucinógena, amarga y hace que la gente vomite, pero según un nuevo estudio también podría ayudar a las personas con depresión que son resistentes a los antidepresivos.

La investigación fue llevada a cabo en Brasil, donde la droga psicodélica es legal. 29 personas participaron en el ensayo, donde 14 recibieron una dosis única de ayahuasca y 15 un placebo. Todos con la misma condición de resistencia a los antidepresivos.

Para que los receptores del placebo no se dieran cuenta que no estaban recibiendo ayahuasca, el equipo inventó una bebida con un sabor amargo muy similar y de color marrón. Además, seleccionaron previamente candidatos que nunca habían probado la ayahuasca o cualquier otra droga psicodélica.

Una semana después, los que recibieron ayahuasca mostraron mejoras dramáticas, en una escala estándar su estado de ánimo cambió de grave a leve. Mostrando así resultados muy prometedores.

¿Cómo midieron los resultados? Un día antes de recibir la dosis, los participantes habían llenado cuestionarios estándar para calificar su depresión. Luego, repitieron los cuestionarios uno, dos y siete días después.

Los dos grupos mostraron mejoras al día uno y dos, incluso los que recibieron el placebo. Sin embargo, los investigadores cuentan que en los ensayos de nuevos fármacos antidepresivos, es normal que hasta el 40% de los participantes respondan positivamente a los placebos. De modo que este resultado no llamó la atención.

Los datos variaron a la semana, cuando el 64% de los que habían tomado la ayahuasca sentían que la severidad de su depresión se reducía en un 50% o más. En el caso de los que recibieron placebo el número era del 27%.

Este hallazgo muestra potencial y debe continuar en estudios, pues podría proporcionar una valiosa nueva herramienta para ayudar a las personas con depresión resistente al tratamiento. Un estimado de 350 millones de personas en todo el mundo sufren de depresión, y entre un tercio a la mitad de ellos no mejoran con antidepresivos estándar.