Todos, de vez en cuando, disfrutan de un refresco, jugos de frutas, energizantes o bebidas hidratantes, pero ¿qué tanto daño le estás provocando a tu corazón y a tu salud? ¿Es recomendable el consumo de bebidas azucaradas?

Una revisión bibliográfica de 36 estudios, sugiere que saciar la sed regularmente con bebidas endulzadas con azúcar, no solo contribuyen a un aumento de peso, sino que también aumenta el riesgo de desarrollar diabetes mellitus tipo 2 y síndrome metabólico. Un conjunto de condiciones médicas que elevan exponencialmente el riesgo de una enfermedad cardiaca.

“Algunos estudios encontraron que el consumo de tan solo 2 bebidas endulzadas con azúcar a la semana, se asocia a un riesgo elevado de síndrome metabólico, diabetes, enfermedad cardiovascular y accidente cerebrovascular” dijo el investigador y autor Faadiel Essop, profesor de la Universidad de Stellenbosch en Sudáfrica.

“Otros estudios encontraron que, el consumo de una bebida endulzada con azúcar al día está asociada con hipertensión arterial” dijo Essop, añadiendo que incluso es más alarmante, que algunos estudios encontraron una relación de las bebidas azucaradas con la hipertensión arterial en adolescentes.

El síndrome metabólico, por su parte, según la American Heart Association, ocurre cuando una persona tienen 3 o más de los siguientes factores de riesgo para enfermedad cardiaca: obesidad, altos niveles de triglicéridos, bajos niveles de HDL (colesterol bueno), niveles elevados de glucosa en sangre y niveles de glucosa en sangre en ayunas más altos de lo normal (sin llegar a ser diabetes.)

No se sabe exáctamente cuál es la razón por la que éste tipo de bebidas aumenten las probabilidad de padecer síndrome metabólico, dijo Essop. Pero, con certeza el exceso de consumo de bebidas azucaradas está ligada a tener una circunferencia abdominal mayor y a la ganancia de peso. Estas bebidas además, tienden a disminuir la sensibilidad de la insulina (que predispone a la diabetes), aumentar la inflamación, aumentar los niveles de colesterol así como de la presión arterial, agregó.

“Quienes consumen este tipo de bebidas no sienten saciedad si se compara con quienes comen alimentos sólidos, aunque hayan ingerido la misma cantidad de calorías” acotó Essop. Como consecuencia, las personas sienten el impulso de beber y comer aún más.

El Dr. Dr. Joel Zonszein, director del Centro de Diabetes del Centro Médico de Montefiore en Nueva York, citó a la fruta como un buen ejemplo. “Si comes una manzana, te llenas con mayor facilidad. Pero cuando tomas un vaso de jugo de manzana, ingieres el azúcar equivalente a 3 o 4 manzanas y sin fibra. Eso es una concentración muchísimo mayor de azúcar que elevará tus niveles de glucosa”, explicó.

El Dr. William Cefalu, director científico, médico y oficial de misión de la Asociación Americana de Diabetes, dijo, que aunque haya sido una revisión que no puede establecer causalidad, “de lo que estamos seguros es que las bebidas azucaradas proporcionan una cantidad sustancial de exceso de calorías sin ningún beneficio nutricional y aquel exceso de calorías, más allá de lo que normalmente necesita el cuerpo para mantener las actividades normales, a su vez, lleva al aumento de peso”.

El exceso de peso es un factor significativo para diabetes mellitus tipo 2, así como para la enfermedad cardiovascular. “Al final del día, tomar agua es la mejor manera de hidratarse, con o  sin diabetes”, agregó.