Si comes bien hoy, tu cuerpo te lo agradecerá mañana. Y para hacerlo, necesitas algunos consejos de cómo alimentarte de una manera sana y natural.

El primer secreto es elegir alimentos lo menos procesados posible. En lugar de comprar enlatados, snacks en funda u otros alimentos que vengan en caja, escoge los productos frescos e integrales. Por ejemplo, cambia las albóndigas congeladas por un filete o una funda de gomitas por un puñado de uvas. Además de ser más natural, este consejo te ayuda a reducir las calorías, sal, azúcar y grasa.

Trata de consumir también granos integrales. El pan blanco, la pasta y el arroz pierden algunos de sus nutrientes durante su elaboración. Es fácil encontrar en los mercados pan, pasta y arroz integral. O consume otro tipo de granos como la avena o la quinoa. Algunos estudios demuestran que este cambio puede reducir las probabilidades de tener problemas de corazón o diabetes.

A la hora de comprar verduras no necesariamente tienen que ser frescas y de temporada, pero si optas por comprarlas enlatadas revisa que no tengan azúcar o sal añadida. Recuerda que debes comer entre 5 y 9 porciones de frutas o vegetales diarias, y que es mejor si no lo haces a través de jugos frutales.

Toma mucha agua. Las bebidas azucaradas aportan muchas calorías y nada de nutrientes. Si extrañas las bebidas saborizadas puedes hacer infusiones con un poco de limón, menta o algún té de tu preferencia. Y por supuesto, deja a un lado el alcohol y la cafeína.

Un buen consejo para terminar es la importancia de aprender a leer la etiqueta, cuidar el azúcar y la sal añadida, y recordar que si hay muchos ingredientes que no sabes lo que son, quiere decir que no es un alimento natural sin procesar (esto incluye colorantes, endulzantes, saborizantes y preservativos).