Si estás aquí es porque perteneces al 45% de los adultos que roncan ocasionalmente. Y sobre todo, porque buscas detener tus ronquidos. Ya sea que quieres mejorar tus hábitos de sueño, dejar de ser el blanco de los bromas o permitir que tu pareja pase una buena noche, te enseñamos 7 soluciones naturales que te pueden ayudar a dejar de sonar como locomotora.
Lo primero, cambia de posición cuando duermes. Si eres de los que duerme de espaldas, entonces tal vez ya encontramos la raíz del problema. Dormir en esta posición provoca que la base de la lengua y el paladar blando colapsan contra la pared posterior de la garganta, produciendo el sonido vibratorio que ya conocemos. Prueba dormir de lado y si no te resulta fácil, ayúdate de una almohada. Esto puede marcar una gran diferencia.
En segundo lugar, cuida tu peso. Si bien las personas delgadas también roncan, muchas personas empiezan con esta costumbre cuando empiezan a aumentar de peso. Por lo general, cuando el cuello engorda se aprieta la garganta y es más probable que ronques. Si notas que aumentaste algunos kilos y empezaste a roncar, empezar una dieta equilibrada y aumentar la actividad física podría ser la solución.
Tercero, te recomendamos que evites el alcohol, sobre todo si ya es común que ronques. Esta bebida, al igual que cualquier otro sedante, hace que los ronquidos empeoren. Así que evita tomar por lo menos 5 horas antes de ir a dormir.
Cuarto, los malos hábitos nocturnos tienen un efecto similar al alcohol. Recuerda que un adulto promedio necesita entre 7 y 9 horas de sueño por noche. Poner en práctica esto, ayudará a tu vida en general además de solucionar los ronquidos. Cuando trabajas hasta muy tarde y llegas a la cama agotado, duermes de una manera profunda, aflojando los músculos y provocando ronquidos.
Quinto, si notas que los ronquidos empiezan por la nariz, es hora de descongestionar los conductos nasales. Si tu nariz está obstruida o estrecha debido a un resfriado u otro bloqueo, es muy probable que el aire atascado produzca ronquidos. Prueba con una ducha caliente antes de ir a dormir o con tiras nasales.
Sexto, si nada de esto funciona, prueba cambiando de almohadas. Aunque no lo creas, muchos ácaros y alérgenos se quedan atrapados en almohadas, cobijas, incluso el ventilador del techo. Mantén tu cuarto limpio, lava sábanas y cobijas con frecuencia y pregúntate cuándo fue la última vez que compraste almohadas. Tal vez sea hora de un cambio.
Y por último, manténte hidratado. No olvides que debes tomar alrededor de 2 litros diarios para que tu cuerpo pueda funcionar con normalidad. CUando tu cuerpo está deshidratado, los canales nasales se vuelven más pegajosos y es más fácil roncar.
Pon en práctica estos consejos. En general, duerme 8 horas, de lado, evita el consumo de alcohol y procura tomar una ducha antes de acostarte. Estos pequeños cambios pueden marcar una gran diferencia.
