El pescado y los mariscos tienen muchos beneficios para la salud. De hecho, han ganado su buena reputación gracias a que son una buena fuente de proteína, omega 3, vitaminas, minerales y son bajos en grasa. Suena maravilloso.

El problema es que no todos los pescados tienen la misma calidad nutricional y que la gente no lo consume tan seguido como debería. Según las pautas dietéticas de los Estados Unidos, una persona debería consumir mariscos o pescado dos veces a la semana o un total de 220 gramos para tener una dieta balanceada y gozar de todos sus beneficios.

Aquí te enseñamos a reconocer las mejores opciones a la hora de comer estos alimentos, así puedes aprovechar sus nutrientes al máximo.

Una buena cantidad de Omega 3

Este tipo de grasa que tu cuerpo necesita para ejercer algunas funciones, además de de ayudar con la artritis, la depresión e incluso a reducir los niveles de grasa en la sangre, se encuentra en grandes componentes en algunos mariscos. La cantidad de omega 3 varía de pescado en pescado y no están presentes necesariamente en los de consumo masivo.

Por ejemplo, los camarones y la tilapia tienen un bajo porcentaje de omega 3. Mientras que el salmón casi siempre tiene índices altos (a pesar de que también varía sus cantidades según de donde venga). De igual manera, puedes aprovechar los beneficios del atún en lata.

Reduce los niveles de mercurio

Este metal pesado se cuela en el medio ambiente por culpa de procesos humanos. En general, los peces pequeños y crustáceos son bajos en mercurio, mientras que la mayor parte se acumula en peces grandes y de larga vida como el marlín, el tiburón, el atún aleta amarilla o el atún patudo. Cuando comemos estos alimentos, entonces consumimos mercurio.

Ahora, si bien el mercurio no es bueno para nosotros, el adulto promedio no va a tener efectos negativos de la ingesta eventual que se puede dar. Sin embargo, los fetos y niños si son vulnerables a su toxicidad y podrían tener daños de desarrollo y neurológicos irreversibles.

Lo ideal es escoger pescados y mariscos bajos en mercurio y altos en omega 3. La lista ganadora para aprovechar todos estos beneficios incluye: el salmón, la trucha, las ostras, el arenque y las sardinas.

Es importante aprender a leer las etiquetas de los alimentos, en especial de los pescados y mariscos para aprender de dónde vienen y que tengan todos los nutrientes saludables para ti y aptos para el consumo frecuente.