Hay varios motivos para reducir el consumo de azúcar. Puede ser porque sufres de diabetes, estás buscando bajar de peso o simplemente quieres llevar un estilo de vida más saludable. La mala noticia es que la mayoría de postres (y muchos más alimentos de los que imaginas) están llenos de azúcar. La buena, es que cortar el azúcar añadida no significa que debes eliminar del todo tus antojos por algo dulce. Aquí te decimos cómo.
Lo primero que debes aprender es la importancia de escoger el correcto tipo de alimentos. No te guíes por la cantidad de calorías que marca un empaque, pues algunas veces puede ser menos de 100 calorías pero provenientes únicamente de grasa y azúcar. Eso no es bueno para tu cuerpo.
Lo segundo es saber medir tus porciones. Si conoces de manera cierta cuántos nutrientes necesitas al día, puedes incluir pequeñas cantidades de azúcar sin abusar de las porciones. Incluso puedes aprender a poner en balanza lo que has consumido.
Una primera idea es comer fruta a la hora del postre para satisfacer las ganas de dulce después de la comida principal, en lugar de un pastel de 500 calorías y pocos nutrientes. Lo recomendable es consumir entre 2 y 4 porciones de fruta al día.
También es importante aprender a controlar el consumo de productos lácteos, que son una alta fuente de grasa y azúcar. Busca los productos reducidos en grasa o descremados. Recuerda que la porción recomendada es de 2 a 3 porciones diarias. Elige sabiamente.
Si estas ideas no te gustan, podrías considerar los postres sin azúcar, que utilizan sustitutos como la sucralosa o la stevia. Esto es importante sobre todo a la hora de endulzar tu café o té. Si compras los productos en el supermercado, revisa bien la etiqueta. Algunas veces en la parte delantera marca “contiene stevia” pero al leer la etiqueta notas que tiene stevia además de azúcar blanca.
Por último aprende a controlar porciones. Si definitivamente no te convencen las ideas que te dimos, prueba con compartir el postre entre dos o tres personas. Tu cuerpo te agradecerá más tarde.
