¿Estás contento con los hábitos de comida de tu familia? Si la respuesta es no y buscas encontrar una manera de introducir costumbres y alimentos más sanos en los pequeños de la casa, este artículo te va a interesar.

Lo primero que debes hacer es un ambiente que motive a tus hijos a llevar una vida sana. Es decir, si quieres que dejen de comer comida chatarra, entonces deja de comprarla. Llena tu alacena con frutas, vegetales, frutos secos y lácteos. Es importante que aprendas a prepararlos y separarlos en porciones para que tus hijos puedan llevar al recreo o comer como snack de media tarde.

A la hora de hacer las compras en el supermercado, pon especial atención a las etiquetas. Muchas veces los alimentos dirigidos a un público infantil tienen alto contenido en azúcar. Aprende a leer las etiquetas de los productos que compras y evita aquellos con mucho azúcar o grasa. Trata de mantener lo más natural posible.

También es necesario empezar a preparar más comidas en casa, puede ser muy divertido. Aprovecha este tiempo para pasar con tus hijos, quienes pueden ayudar en pequeñas tareas como lavar los vegetales. Involúcralos también en la elección del menú y cocinen juntos su plato favorito. Además de ser sano, creará muy buenos recuerdos. Es importante que todos los miembros de la familia participen de esta alimentación sana, así los pequeños aprenden a través del ejemplo.

Haz de las horas de comer un momento de familia. Todos tenemos trabajo y actividades pendientes, pero aprende a despegarte del celular y a apagar la televisión. Una persona que come acompañada, toma más tiempo comiendo lo que ayudará a que se sienta lleno y no coma de más.

Otra idea divertida es hacer un huerto en casa. No necesitas un jardín ni grandes terrenos, puedes sembrar algunas especias en tu cocina con una maceta o incluso un vaso. Tus hijos se divertirán mientras las plantas crecen y probablemente se animarán a probar nuevos sabores.

Pon en práctica estos hábitos y notarás una diferencia. Recuerda que no es una dieta, sino un estilo de vida. Aprovecha los fines de semana para ir al parque y traten de salir más seguido a caminar con el perro. Todos estos serán cambios positivos No olvides ir despacio en estos cambios, así nadie en la familia rechazará esta nueva vida.