El ejercicio prenatal es bueno. Ayuda a prevenir la diabetes gestacional o los niveles altos de azúcar en la sangre durante el embarazo. Sin embargo, en una época de redes sociales, donde más de un escándalo se ha dado a raíz de mujeres embarazadas ejercitándose con normalidad (y han sido criticadas por motivos que varían desde el tamaño de su barriga hasta el peso que levantan) nos preguntamos cuánto ejercicio es bueno para la mamá y su bebé y cuándo es considerado “mucho”.

La primera recomendación clave, de acuerdo al Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos en Estados Unidos, es evitar deportes que presenten riesgos de caídas o lesiones en la región abdominal, es decir una caída que afecte al bebé directamente. Según estos expertos, el resto ya es decisión de la mamá y su doctor.

Las mujeres embarazadas están en capacidad de hacer ejercicio de la misma manera en que lo hacían antes de concebir. Caminar, nadar o bailar son opciones seguras para las futuras mamás. Sin embargo, si estas mujeres presentan un embarazo difícil, condiciones cardiacas, presión arterial o cualquier otro riesgo, es mejor idea dejar el deporte a un lado durante este periodo.

Deportes o actividades que es mejor evitar

A pesar de que la mayoría de ejercicios no interrumpen un embarazo normal, algunos es mejor ponerlos en pausa hasta después del nacimiento del bebé. Bucear, por ejemplo, pues el cambio de presión del agua es algo para lo que tu bebé no está listo todavía y por lo tanto estaría en riesgo.

Lo mismo sucede con los deportes de contacto, fútbol, básquet, o cualquier otro deporte donde una pelota podría golpear directamente tu vientre. Y por último, a pesar de que levantamiento de pesos livianos o medrados no es malo, levantamientos intensivos sí podrían tener repercusiones.

Como siempre el consejo es consultar siempre a tu doctor, sin importar cuánto ejercicio hayas hecho antes. Tener el visto bueno de tu ginecólogo o especialista es lo más importante para tener tranquilidad a la hora de ejercitarte.