Existen muchas creencias populares en torno al cáncer, que no siempre están alineadas a la realidad. Desde sus causas hasta el tratamiento, existen mitos sobre cada aspecto de la enfermedad.

Por ejemplo, se cree que una persona desarrolla cáncer si es que alguien en su familia lo tuvo. La realidad es que la mitad de los hombres y la tercera parte de las mujeres de Estados Unidos tendrán la enfermedad en algún punto de su vida. Solo entre el 5% y 10% de los casos están relacionados a los genes transmitidos de los padres. De hecho, los doctores todavía no están seguros de porqué algunas personas se enferman y otras no. Además, aunque el historial familiar juega un rol, no es la única causa.

Es cierto que algunos alimentos aumentan el riesgo de desarrollar cierto tipos de cáncer. Por ejemplo, las personas que consumen con bastante frecuencia carnes procesadas, como jamones y salchichas, tienen mayores probabilidades de desarrollar cáncer de colon. La causa aún no está determinada pero se cree que es por los nitritos. Estos químicos se añaden a la carnes para que preserve su color e impedir la proliferación de bacterias. La carne roja también aumenta el riesgo de cáncer colon. Lo recomendable es limitar su consumo, y preferir en su lugar consumir pollo, pescado o frijoles.

El alcohol también está relacionado con el cáncer de boca, hígado, colon, seno y otro tipos. Consumir vino, cerveza o licor ocasionalmente no tiene efectos adversos, pero hacerlo en grandes cantidades es lo que aumenta el riesgo de desarrollar estas enfermedades. Los límites de alcohol recomendado son dos bebidas al día para los hombres y una al día para las mujeres.

Por otro lado, no se ha comprobado que los endulzantes artificiales causen cáncer. Hasta el momento, los estudios realizados no han probado que exista una relación entre el consumo de aspartame, sacarina o sucralosa y el desarrollo de cáncer. Tampoco se ha determinado como riesgoso el consumo de los nuevos sustitutos de azúcar, como el sorbitol, agave o stevia.

Con los antitranspirantes y desodorantes el caso es el mismo. No existen todavía estudios concluyentes que demuestren que estos productos aumenten el riesgo de contraer cáncer.

Cuando una persona está en tratamiento, es verdad que la acupuntura puede ayudar a aliviar la náusea que provoca la quimioterapia, así como la boca seca después de una sesión de radioterapia. Ya que se considera un tratamiento complementario, es necesario informar al doctor que está tratando a la persona si es que se desea probar la acupuntura.

Otro mito es que una biopsia puede hacer que las células cancerígenas se esparzan por el cuerpo. Durante una biopsia, el doctor extrae una pequeña muestra de tejido de la parte del cuerpo que se cree está afectada con cáncer para comprobar si es así. Es muy improbable que el procedimiento haga que la enfermedad se esparza.

Finalmente, es verdad que el ejercicio, comer saludablemente y controlar el peso sí disminuyen el riesgo de desarrollar ciertos tipos de cáncer, incluyendo el cáncer de seno y de colon. Sin embargo, siempre es importante realizarse exámenes rutinarios.