El calor excesivo nos puede afectar de diferentes maneras y la mayoría de veces este mal viene acompañado por la deshidratación. Si bien el malestar que genera no es algo por lo que deberíamos alarmarnos de primera, existen grupos más vulnerables como niños o ancianos, y podría ser grave para todos si continúa sin cuidados o precauciones.

En el caso de su relación con el sueño, la situación se vuelve más compleja. Ya se conoce que el estrés del calor afecta nuestra capacidad de trabajar y la manera de recuperarnos es a través del descanso de una buena noche. Si el calor empieza a afectar también nuestras noches de sueño, entonces el problema es aún mayor.

Y este inconveniente ya empezó a manifestarse. A medida que el planeta cambia su temperatura por el calentamiento global, las malas noches para las personas aumentan. Un estudio basado en una encuesta de 750.000 voluntarios residentes en Estados Unidos, encontró que mientras las temperaturas son más elevadas, la gente dice tener menos sueño en cantidad y calidad. Muchas veces la clase baja se ve más afectada porque no pueden costear aire acondicionado o ventiladores.

El estudio también sugiere que el gran aumento en la pérdida de sueño se debe a que las noches se están calentando con mayor velocidad que los días. Por ejemplo, en Estados Unidos se estima una reducción de seis noches de sueño anuales para el 2050 si el calentamiento global continúa a su ritmo actual. En el caso de otras regiones, el impacto será mucho más grave. Muchos países no puede permitirse el uso masivo de aire acondicionado, y si lo hicieran, el aumento de emisiones de carbono sería brutal para el mundo entero y aceleraría más este proceso. Sería entonces un círculo vicioso.

Incluso hoy en día ya podríamos hablar de pérdida de sueño como resultado del cambio climático, considerando que el planeta se ha calentado más de 1 ° C desde tiempos preindustriales. Por el momento, ya se conocen algunos animales afectados que han cambiado patrones de hibernación o incluso han dejado de hacerlo.

Otros estudios cuentan que el estrés térmico relacionado al cambio climático ya está reduciendo la productividad de las personas, porque causan malestar a las horas de trabajo y a veces ambientes muy difíciles de soportar. Si el planeta se calentara por más de 7 ° C, grandes partes de éste serían demasiado calientes para que la gente sobreviva.

Si crees que el calor está afectando de manera directa tu estilo de vida o tus noches de sueño, es importante consultar con un doctor para lidiar con el problema a tiempo.