Hacer ejercicio tiene muchos beneficios y cada vez hay más pruebas de ello. Un nuevo estudio pone en evidencia que las personas que eran activas y se ejercitaban regularmente antes de sufrir un accidente cerebrovascular tienen menos probabilidad de tener discapacidad después del ataque.

Para llegar a estas conclusiones, los investigadores trabajaron junto a 18.000 personas sin historial de derrame alrededor de 12 años. Durante este tiempo, 1.400 personas sufrieron un ataque cerebrovascular y sobrevivieron, pero no bajo las mismas condiciones.

3 años después del accidente, aquellos que mantenían una vida activa tenían el 18% más de probabilidades de realizar actividades básicas, como bañarse por ejemplo. Estas personas también tenían 16% más de probabilidad de realizar tareas más complicadas como manejar cuentas personales.

Las personas que eran inactivas antes del ataque eran mucho más propensas a tener dependencia total para poder manejarse.

La investigación sugiere que el porcentaje de grasa en una persona no muestra relación con la discapacidad después del accidente, únicamente el estilo de vida fit. Es decir, estos porcentajes se mantenían sin importar el índice de masa corporal de la persona.

Este dato reafirma la importancia de hacer ejercicio por salud, y si bien llevar una dieta saludable es muy bueno por otros motivos, la dieta no jugó un rol variante en esta ocasión.

Recuerda que hacer ejercicio tiene beneficios a corto, mediano y largo plazo. Además de que nunca es tarde para empezar, es solo cuestión de encontrar una actividad que disfrutes realizar. Después de todo, hacer ejercicio tiene muchísimos más beneficios que bajar de peso.

Fuente: Andrew Rogove, M.D., medical director, stroke, Northwell Health’s Southside Hospital, Bay Shore, N.Y.; Ajay Misra, M.D., chairman, neurosciences, NYU Winthrop Hospital, Mineola, N.Y.; Neurology, news release, April 5, 2017