Según un reciente estudio publicado en el número de marzo del Personality and Social Psychology Bulletin, la razón que sustenta una buena vida sexual no es otra cosa que el afecto. Muchos otros estudios anteriores descubrieron que las parejas con una relación estable que tienen sexo más a menudo suelen ser más felices y están más contentas con sus vidas. Sin embargo, al parecer este vínculo no se explica por el sexo en sí mismo, sino por los niveles generales de afecto que existen entre los dos.

Según explicó la investigadora que lideró el estudio, Anik Debrot, todo sugiere que los «aspectos relacionales de la sexualidad, y más específicamente compartir el afecto, son centrales para comprender por qué el sexo es bueno». Esto, según Debrot, son buenas noticias para aquellas personas que se preocupan constantemente por cosas como el desempeño sexual o tener un cuerpo perfecto. En lugar de eso, Debrot sugiere «recordar que el sexo es una gran manera de compartir un momento afectuoso e íntimo con tu compañero/a».

Debrot es investigadora en el Instituto de Psicología de la Universidad de Lausana, en Suiza, aunque cuando realizó esta investigación se encontraba en la Universidad de Toronto. Sus hallazgos se basaron en cuatro estudios realizados a parejas en Estados Unidos y Suiza. En cada uno de ellos, se les preguntaba con qué frecuencia tenían relaciones sexuales y que a menudo compartían momentos cariñosos. Dos de los estudios les preguntaban acerca de sus hábitos mientras los otros dos los monitorizaban durante un periodo de tiempo específico.

En general, estos estudios revelaron que las parejas que eran más activas sexualmente tendían a reportar una mayor satisfacción con la vida. También tenían más «emociones positivas» tanto en general como la mañana siguiente de haber tenido relaciones. Pero en cada estudio, el afecto parecía explicar en gran medida ese vínculo entre sexo y felicidad.

Aun así, todavía cabe preguntarse si el sexo, al contribuir a estimular el afecto, ayuda a generar más felicidad o si son las personas felices las que tienen relaciones sexuales más a menudo. De acuerdo a los resultados de uno de los estudios, es posible que se trate de lo primero, pues se encontró que tener sexo generalmente hacía tener emociones positivas al día siguiente, pero esas mismas emociones no incrementaron la probabilidad de tener sexo durante las siguientes 24 horas.

Aunque no participó en la investigación, Robin Milhausen, profesora asociada de relaciones familiares y sexualidad humana en la Universidad de Guelph (Ontario, Canadá), dijo que se trata de «un gran estudio» y que «arroja luz sobre cómo el sexo y la satisfacción con la vida se entrelazan».

Para Milhausen, uno de los aspectos importantes del estudio que es que revela que se trata de algo más complicado que la simple vinculación entre la frecuencia del sexo y la satisfacción de las parejas que señalaron otros estudios anteriores: «El sexo no puede separarse del contexto. No es una «bala mágica»: el afecto, incluyendo el afecto posterior al sexo, es importante».

Otro punto interesante de la investigación para Milhausen es que indica que el afecto es importante tanto para mujer como para el hombre, lo cual derriba el estereotipo de que los hombres pueden tener sexo sin que haya de por medio caricias y palabras cariñosas.

Ahora bien, Milhausen considera que, a pesar de ser bastante revelador, los resultados tienen sus limitaciones y se pueden presentar objeciones. Por un lado, dice que hay que pensar que las parejas que se ofrecen voluntariamente a un estudio de estas características pueden no ser representativas de las parejas promedio.

Pero además de esto, subrayó que es imposible darle a cualquier pareja una prescripción que funcione para todas de cara a mejorar su felicidad: lo que funciona para unas, puede no funcionar para otras. Y esto es porque las personas varían mucho en la forma en la que les gusta expresar afecto: «Para algunas personas es un abrazo, para otras es hacer un favor como cambiar los neumáticos».

Al respecto, Debrot señaló que nadie está diciendo que la satisfacción que encontremos en la vida depende del afecto de un compañero romántico, ya que muchos estudios muestran que son varios los factores que contribuyen al bienestar de cualquier persona. Además, aclaró que el estudio tampoco implica que las personas no reciben ningún beneficio emocional del sexo en sí, añadiendo que los efectos fisiológicos del sexo, incluyendo las hormonas que se liberan durante él, también pueden aumentar los sentimientos positivos de una pareja.

En cualquier caso, lo que se evidencia es que, si bien no se trata de una fórmula mágica infalible, el afecto tiene un peso importante en las relaciones sexuales, y que es algo que hay que tomar en cuenta a la hora de mantenerlas y, sobre todo, de tener una vida más completa y feliz.

Fuente: MedicineNet