Cómo enfrentar el miedo a las inyecciones

Si eres de los que tiene miedo a recibir inyecciones, no estás solo. De hecho se estima que el 22% de la población le tiene miedo a las agujas y solo pensar en una vacuna o donar sangre es suficiente para generar ansiedad. Estos son algunos consejos para hacer de esta experiencia lo más placentera posible.

Lo primero es enfrentar a tus miedos, muchas personas piensan en las agujas como un villano malvado de historias de terror y eclipsan la realidad. Antes de que te inyectes u otra persona lo haga, recuerda que no hay nada que temer. Procura eliminar de tus palabras y pensamientos como “esto duele”, “no puedo hacer esto” y si te tienes que autoinyectar frases como “voy a estropearlo”.

Un buen truco para hacerlo es no mirar a la aguja, pues muchas veces mientras más larga sea, mayor ansiedad genera. También puedes hacer ejercicios de respiración para relajarte, inhala lentamente contando hasta 5, sostén el aire en 2 tiempos y exhala nuevamente en 5.

Otros consejos que puedes poner en práctica para minimizar el dolor son:

  • Si puede, asegúrate de que el medicamento esté a temperatura ambiente.
  • Coloca una bolsa de hielo en el lugar donde se inyectará para adormecer la zona.
  • Limpia con alcohol el lugar donde vas a inyectar y espera a que esté completamente seco.
  • Saca las burbujas de aire de la jeringa.
  • Revisa que la aguja esté alineada entrando y saliendo.
  • Introduce la aguja rápidamente.

Las personas con algunas enfermedades como la diabetes, deben a aprender a inyectarse solos pues podrían necesitar hasta 4 dosis diarias. En este caso ayuda mucho tener un grupo de apoyo y una persona que te enseñe a hacerlo con mucho cuidado las primeras veces. En poco tiempo notarás que ya no sientes ansiedad y es una costumbre fácil de adoptar.

Recuerda que antes de recibir una inyección de cualquier tipo es importantísimo asegurarte que sea una aguja nueva. El no hacerlo, podría terminar en el contagio de enfermedades.