Los niños rara vez se quejan de molestias visuales, porque suele adaptarse a las condiciones oftalmológicas de manera más fácil que los adultos. Por lo que, por lo general, cuando la afectación es grande y se manifiesta con caídas frecuentes o dificultades en la escuela, es que se identifica el problema. Debido a esto es necesario saber los signos de alerta y cuando realizar estudios de control y preventivos.

Además porque la infancia es una etapa adecuada para no solo el diagnóstico sino también la corrección de varias enfermedades visuales que, de no ser descubiertas a edades tempranas, pueden evolucionar a trastornos visuales severos que en la edad adulta pueden incluso ser incurables o irreversibles.

Se aconseja realizar estudios periódicos que sean conducidos por médicos especialistas que permitan dar un seguimiento adecuado y secuencia que permita el desarrollo saludable de niños y jóvenes.

Algunas recomendaciones de expertos sobre la importancia de la evaluación oftalmológica son:

  • Llevar a los niños para un análisis oftalmológico a partir de los 3 años. En esta edad, el infante es capaz de comunicarse para responder ante las pruebas.
  • La edad es significativa ya que si se detecta alguna alteración es posible trabajar para corregirla antes del inicio de la etapa escolar.
  • Si hay antecedentes familiares de enfermedades visuales graves, o si el pediatra o padres perciben alguna deficiencia es necesario acudir a valoración.
  • Si las pupilas están blancas o la mirada se encuentra desviada (estrabismo) se requiere valoración.
  • Si los ojos están constantemente rojos o presentan mucha secreción y lagrimeo se debe acudir de inmediato a un especialista.
  • En el caso de algunas alteraciones evidentes en la actualidad existen estudios de tamizaje incluso en recién nacidos.
  • Las pruebas utilizadas para los niños hasta edad preescolar deben ser modernos y adecuados para las generaciones nuevas, con objetos y figuras que puedan reconocer.
  • Luego de la primera revisión a los 3 años, y si no hay indicios de problemas, se puede realizar estudios cada dos años.
  • A partir de los 12 años, se puede espaciar las visitas a cada 3 años.

En el caso de que los estudios realizados muestren alguna alteración, los estudios deben realizarse anualmente.

Entre los diagnósticos más frecuentes que se encuentran en las valoraciones pediátricas están:

  1. Hipermetropía: Consiste en la imposibilidad de ver con claridad los objetos próximos y se debe a un defecto de convergencia del cristalino, que hace que los rayos luminosos convergen más allá de la retina. Por lo general, todos los niños presentan esta difusión que es propia del crecimiento y se corrige normalmente con la edad.
  2. Astigmatismo: Se trata de una curvatura irregular de la córnea, lo que provoca que se vean algo deformadas las imágenes y poco claro el contorno de las cosas.
  3. Miopía: Defecto del ojo que produce una visión borrosa de los objetos lejanos.
  4. Dacrioestenosis: Trastorno ocular leve consistente en la oclusión del canal lagrimal u obstrucción del conducto nasolagrimal, con lo que las lágrimas en lugar de drenar hacia la cavidad nasal, se acumulan vertiéndose hacia las mejillas.Ocurre principalmente en el primer año de vida y suele resolverse sin tratamiento médico.
  5. Conjuntivitis alérgicas: Aun tratándose de infecciones pasajeras, se debe tener en cuenta que si se trata de problemas de larga data pueden provocar una deformación en la córnea.
  6. Estrabismo: Desviación de la línea visual normal de uno de los ojos, o de los dos, de forma que los ejes visuales no tienen la misma dirección, generando una mirada desviada.

El 7% de la población mundial en edad infantil presenta esta enfermedad, y lo más importante es conocer que el estrabismo, en la mayor parte de los casos, es un trastorno de fácil diagnóstico, y que tiene cura siempre y cuando un equipo médico especializado acompañe al paciente el tratamiento, siempre y cuando se cuente con el apoyo de la familia quienes deben involucrarse en éste, y todos los tratamientos oftalmológicos.

La valoración visual es de suma importancia, se dice que el ojo es la ventana de cuerpo, por lo que algunas enfermedades sistémicas pueden evidenciarse únicamente a través de un hallazgo visual.