La leyenda cuenta que los preservativos fueron inventados por el Dr. Condom, quien suministró de fundas al Rey Carlos II para evitar embarazos no deseados. Sin embargo, esta historia ha sido mitigada a través de los años. Cómo y cuándo se inventaron los condones es un misterio actual, pero su uso correcto no lo es. El buen uso de los preservativos es la clave para que este sea efectivo en el cuidado de embarazos no deseados y evitando el contagio de enfermedades de transmisión sexual.
El error más común en el uso de los condones es ponerlo de forma incorrecta. A veces por el apuro del momento, uno se puede distraer. Recuerda que es muy importante que tomes unos segundos para asegurarte que todo esté en su lugar (y tal vez revisar nuevamente después para asegurarse que después de un rato no de de la vuelta nuevamente). Los siguientes errores más comunes son ponérselo demasiado tarde y quitarselo muy pronto.
También debes procurar abrirlo con cuidado. Aunque parezcan buenas opciones, abrirlo con una tijera o dientes podría ser la vía directa a hacer un agujero en el preservativo. Utiliza tus manos y desenvuélvelo con cuidado. Si se rompe, arrójalo a la basura y saca uno nuevo.
Otro buen consejo es tomar en cuenta que cuando se trata de condones, el tamaño sí importa. En realidad, para la mayoría de hombres los preservativos de tamaño regular serán suficiente. Si notas que estos condones son muy apretados, cortos o flojos, tal vez deberías intentar con otra talla. Considera que el látex solo puede proteger lo que cubre, si es muy corto puede contagiarte de una ETS o si es muy grande puede deslizarse en el calor del momento. Busca la talla adecuada para ti.
Si vas a utilizar lubricante utiliza únicamente lubricantes a base de agua o silicona. Aquellos que tienen base aceite como la vaselina o el aceite de bebé pueden perforar el látex y destruir la efectividad del preservativo. Si te preocupa no comprar una opción correcta, compra un condón que ya esté lubricado.
Algunos datos curiosos
Para tu paz mental, te contamos que el los fabricantes de condones y la Administración de Alimentos y Medicamentos realiza pruebas para asegurarse que los preservativos funciones. La prueba consiste de llenarlos de agua para ver si tienen fugas, un promedio de 996 de 1000 condones debe pasar la prueba para ser aprobada. (Un breve recordatorio de que no debes hacer esta prueba en casa con condones que planeas usar pues se debilitan).
Otro dato curioso es que no todos los condones te brindan la misma cantidad de protección. Si bien todos los preservativos (látex, poliuretano y piel de animal) ayudan a prevenir el embarazo, no todos tienen la misma protección en contra de las enfermedades de transmisión sexual. En caso de que te estés preguntando, los virus pueden atravesar los pequeños agujeros. Esto hace que los condones de látex sean los más populares por su efectividad y precio.
