La desnutrición es uno de los problemas de salud más importantes en los países de ingresos bajos y medios. A nivel mundial, 1 de cada 4 niños menores de 5 años (alrededor de 165 millones) sufren de desnutrición, y ésta contribuye con un tercio de todas las muertes infantiles. Ecuador, un país pequeño en Sudamérica, no se queda atrás, hasta la semana número 21 del 2017, se han notificado 1937 casos de desnutrición aguda, de los cuales el 80,5% de casos corresponden a desnutrición aguda moderada y 19.5% corresponden a desnutrición aguda severa.

Cuando la desnutrición se vuelve crónica, tiene un impacto irreversible en el desarrollo físico, lo que da como consecuencia una estatura baja para la edad, predisposición a infecciones y otras enfermedades de la infancia. Además la desnutrición se asocia con un desarrollo del anormal cerebro, con consecuencias negativas a largo plazo como un bajo rendimiento escolar.

¿Cuándo es mejor combatir la desnutrición?

El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia o Unicef menciona que el momento clave para cubrir las necesidades nutricionales de un niño, es durante los 1.000 días desde el embarazo de la madre hasta el 2do año de vida. Por esta razón las medidas de salud pública para combatir la desnutrición se deben enfocar en ésta etapa.

Un estudio científico denominado “Proyecto Lulun”, realizado por la Universidad de Washington en St. Louis, Estados Unidos en colaboración con la Universidad San Francisco de Quito en Ecuador, determinó que el consumo de un huevo al día puede cambiar el rumbo de los niños desnutridos, evitar la atrofia física, e incluso permitirles alcanzar la estatura normal para su edad. El impacto del estudio superó las expectativas de sus autores, con resultados mejores a los esperados, modificando un hábito nutricional que resulta económico y accesible para comunidades expuestas a la desnutrición.

¿Por qué El Proyecto Lulun?

El proyecto fue dirigido por Lora Iannotti, especialista en nutrición infantil, quien junto a un grupo de investigadores realizó el estudio en una población rural de la provincia de Cotopaxi en el año 2015. La provincia de Cotopaxi, es una de las provincias con mayor prevalencia de talla baja para la edad en niños preescolares, según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición de 2011-2013. En esta comunidad, la atrofia física entre generaciones en menores de 5 años es del 42%, frente a la nacional que es del 25%.

El nombre Lulun hace referencia a la palabra quichua, idioma utilizado por las comunidades indígenas del Ecuador, para huevo. Se promovió la participación en la comunidad obteniendo la participación de 160 niños entre 6 y 9 meses de vida. A 80 de los niños se les dio un huevo al día durante 6 meses, cocinado de la manera que ellos prefieran. A los otros 80 niños, que conformaron el grupo control, no se les hizo intervención dietética alguna. El equipo visitaba semanalmente a las familias participantes para entregar los huevos y supervisar el consumo o efectos secundarios, como alergia.

Resultados alentadores del Proyecto Lulun

Las diferencias entre ambos grupos estudiados fueron importantes. El grupo de niños que consumieron un huevo diario tuvo una incidencia de atrofia física 47% menor que los niños del grupo control. De igual manera la incidencia de peso bajo para la edad disminuyó en un 74% con el consumo de huevo. Los niños alcanzaron las percentilas de las tablas estandarizadas tanto para peso como talla para su edad, confirmando la hipótesis de los investigadores.

«Y lo que es genial es que son algo muy asequible y muy accesible para las poblaciones que son particularmente vulnerables a las hambrunas escondidas o a las deficiencias nutricionales», comentó Iannotti. «Los huevos tienen el potencial de contribuir a una reducción de la atrofia de crecimiento en el mundo», dijo. El estudio de Iannotti, titulado «Los huevos en la alimentación complementaria y el crecimiento» acaba de ser publicado en la revista especializada Pediatrics.

El consumo de huevo debe ser después de los 4 meses

Aún con los excelentes resultados del Proyecto Lulun, hay una consideración importante a tomar en cuenta. La OMS recomienda que la alimentación hasta los 6 meses de edad debe ser con leche materna o de fórmula exclusiva.

La Dra. Mary Fewtrell, experta en nutrición del Colegio Real de Pediatras y Salud Infantil de Reino Unido, comenta que «el huevo es un complemento alimenticio bueno y nutritivo que puede ser introducido como parte de una dieta equilibrada una vez que la madre decide iniciar la introducción de alimentos sólidos. Nunca antes de los cuatro meses»

En comunidades de escasos recursos en donde la alimentación balanceada es deficiente, es bueno saber que existen recursos al alcance de todos para combatir a la desnutrición y sus graves consecuencias. Una buena noticia para la Salud Pública.

WebMD: BBC Mundo