Hacerse el examen correcto en el momento adecuado es una de las cosas más importantes que un hombre puede hacer por su salud pues permiten detectar tempranamente enfermedades antes de que se den los síntomas y es en esos momentos cuando resultan más fáciles de tratar.

Por ejemplo, gracias a una detección temprana, el cáncer de colon puede ser cortado de raíz. Detectar con antelación la diabetes puede ayudar a prevenir complicaciones como la pérdida de la visión y la impotencia.

Todos los exámenes se basan en la edad y en los factores de riesgo existentes en cada individuo, por lo que lo mejor es consultar al médico para averiguar cuáles son los que debes hacerte en cada momento. A continuación, veamos una lista de los exámenes que es mejor hacerse cuando toca de cara a prevenir para, si no curar, preparar una mejor curación.

Cáncer de prostata

En el caso de Estados Unidos, se trata del cáncer más común entre hombres después del cáncer de piel. Tiende a ser un cáncer de crecimiento lento, pero también lo hay agresivos y de rápido crecimiento. Los exámenes pueden detectar la enfermedad en un estadio temprano, a veces antes de que los síntomas se desarrollen, que es cuando los tratamientos son más efectivos, como ya hemos dicho. Los hombres deben empezar a hacerse estos exámenes según la edad:

  • A los 50 años, los hombres en situación de riesgo medio.
  • A los 45 años, los hombres en situación de alto riesgo.
  • A los 40 años, los hombres con antecedentes familiares de cáncer de próstata.

Cáncer testicular

Este cáncer poco común se desarrolla en los testículos de un hombre, las glándulas reproductoras que producen espermatozoides. La mayoría de los casos ocurren entre los 20 y los 54 años. La Sociedad Americana del Cáncer recomienda que todos los hombres se hagan un examen testicular cuando ven a un médico para un examen completo de rutina. Los hombres con mayor riesgo (con presencia de este cáncer en su historial familiar o que poseen un testículo no descendido) deben consultar con su médico de cara a hacerse exámenes adicionales. Algunos doctores aconsejan autoexámenes regulares, tocándose en busca de durezas, partes demasiado suaves o cambios en tamaño o forma de los testículos.

Cáncer colorrectal

El cáncer colorrectal es la segunda causa más común de muerte por cáncer. Los hombres tienen un riesgo ligeramente mayor de desarrollarlo que las mujeres. La mayoría de los cánceres de colon se desarrollan lentamente a partir de pólipos de colon: bultos en la superficie interna del colon. Después del desarrollo del cáncer, este puede propagarse a otras partes del cuerpo. La forma de prevenirlo es encontrar y extirpar los pólipos antes de que se vuelvan cancerosos.

Los exámenes comienzan a realizarse a partir de los 50 años en el caso de adultos en situación riesgo medio. La prueba más común es la colonoscopia. En ella, el médico ve todo el colon con un tubo flexible y una cámara. Si se detectan pólipos, estos se pueden quitar en el mismo momento de la prueba. Una alternativa a la colonoscopia es la sigmoidoscopía flexible, que es similar a la primera pero sólo examina la parte inferior del colon.

Existen otras opciones como la colonoscopia virtual (una tomografía computarizada) o el enema de bario de doble contraste (una radiografía especial), pero si se detectan pólipos, será necesario una colonoscopia real para eliminarlos.

Cáncer de piel

La forma más peligrosa de cáncer de piel es el melanoma. Comienza en unas células especializadas llamadas melanocitos que se encargan del color de la piel. Los hombres mayores tienen el doble de probabilidades de desarrollar melanoma que las mujeres de la misma edad. Los hombres también son de 2 a 3 veces más propensos a contraer cánceres de piel (no melanoma) de células basales y de células escamosas que las mujeres. El riesgo aumenta a medida que se acumula la exposición de por vida al sol y/o camas de bronceado. Las quemaduras producidas por el sol aceleran el riesgo.

La Sociedad Americana del Cáncer y la Academia Americana de Dermatología recomiendan autoexámenes regulares para comprobar si hay cambios en las marcas en nuestra piel, incluyendo forma, color y tamaño. Al hacernos un chequeo de rutina, es conveniente también incluir un examen de piel por parte de un dermatólogo u otro profesional de la salud. Los tratamientos para el cáncer de piel son más efectivos y menos desfigurantes cuando se detectan con antelación.

Presión arterial alta (hipertensión)

El riesgo de hipertensión arterial aumenta con la edad. También está relacionado con el peso y el estilo de vida. La presión arterial alta puede conducir a complicaciones graves sin ningún síntoma previo, incluyendo un aneurisma. Sin embargo, se puede tratar. Y cuando se hace, se puede reducir el riesgo de sufrir enfermedades del corazón, derrames cerebrales e insuficiencia renal.

Niveles de Colesterol

Un alto nivel de colesterol LDL en la sangre hace que la placa se acumule en las paredes de las arterias, lo cual aumenta el riesgo de enfermedades de corazón. La aterosclerosis, que es el endurecimiento y estrechamiento de las arterias, puede ir progresando sin presentar síntomas durante muchos años y con el tiempo puede llevar a ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares. Hacer cambios en el estilo de vida y recurrir a medicamentos pueden reducir este colesterol «malo» y reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares.

Los niveles de colesterol se determinan por medio de una muestra de sangre tomada en ayunas. Los exámenes deben hacerse a partir de los 20 años si la persona tienen corre un mayor riesgo de padecer una enfermedad cardíaca. A partir de los 35 años, es necesario hacerse exámenes regulares.

Diabetes tipo 2

Un tercio de los estadounidenses con diabetes no saben que la tienen. La diabetes no controlada puede llevar a enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares, enfermedad renal, ceguera por daños en los vasos sanguíneos de la retina, daño a los nervios e impotencia. Esto no tiene que suceder. Sobre todo cuando se detecta con antelación, la diabetes puede ser controlada y las complicaciones se pueden evitar con dieta, ejercicio, pérdida de peso y medicamentos.

Los exámenes se hacen mediante una muestra de sangre tomada en ayunas. Los adultos sanos deben hacérselo cada 3 años a partir de los 45 años. Si corres un riesgo mayor, debido a colesterol alto o a problemas con la presión arterial, puedes empezar a hacerte las pruebas a edad más temprana y con más frecuencia.

Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH)

El VIH es el virus que causa el SIDA. Está en la sangre y en otras secreciones corporales de las personas infectadas, incluso cuando no hay síntomas. Se extiende de una persona a otra cuando estas secreciones entran en contacto con la vagina, el área anal, la boca, los ojos o una herida en la piel. Todavía no hay cura o vacuna. Los tratamientos modernos pueden evitar que la infección por VIH se convierta en SIDA, pero estos medicamentos pueden tener graves efectos secundarios.

Glaucoma

Este grupo de enfermedades daña gradualmente el nervio óptico y puede llevar a la ceguera. La pérdida significativa e irreversible de visión puede ocurrir incluso antes de que la gente con glaucoma note cualquier síntoma. Las pruebas de detección buscan presión anormalmente alta dentro del ojo, para tratar el problema antes de que se dañe el nervio óptico. Las pruebas oculares para el glaucoma se basan en la edad y el riesgo personal:

  • Menos de 40 años: cada 2-4 años
  • 40-54 años: cada 1-3 años
  • 55-64 años: cada 1-2 años
  • 65 años o más: cada 6-12 meses

Si te encuentras en un grupo de alto riesgo de sufrir glaucoma, es mejor que hables con tu médico acerca de la periodicidad de los exámenes. En este grupo se incluyen personas afroamericanas, personas con antecedentes familiares de glaucoma, que hayan tenido lesiones oculares o que usen medicamentos esteroideos.

Fuente: WebMD