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¿Preocupado o preocupada por tu vida sexual? Aunque hay varias maneras de mejorarla, en cualquier caso siempre es bueno comenzar por la simple observación: ¿con qué frecuencia las mantienes? ¿qué es lo que te gustaría mejorar? Y sobre todo: ¿cuáles son tus hábitos? Porque hay hábitos que resultan perjudiciales para el sexo, como estos que te traemos a continuación. Léelos y examínate con honestidad para comprobar si los sigues.

Te encanta la comida chatarra

Si tu predilección a la hora de comer es la comida chatarra, deberías ir pensando en dejarlo. O mejor: cambiar de dieta cuanto antes. Con ese tipo de comida estás llenando tu cuerpo con muchos carbohidratos refinados, azúcares y grasas trans y saturadas, lo cual puede ralentizar el flujo sanguíneo y afectar tu rendimiento durante las relaciones sexuales. Así que mejor apuesta por comer muchas frutas, verduras y proteínas vegetales (nueces, frijoles y tofu). Además, una alimentación saludable te dará más energía para cuando te metas a la cama para esa otra cosa que no es dormir.

Comes demasiada sal

Tener demasiada sal en tu dieta de manera regular te hace tendiente a la presión alta, lo cual puede reducir tu libido. Evita los productos envasados, que a menudo contienen mucho sodio, y fíjate en la cantidad de sal que añades a tu comida. Trata de sustituirla por hierbas y especias para dar sabor.

Sufres demasiado estrés

La tensión y la preocupación constante te desgastan en todas las áreas de tu vida. Cuando tu cuerpo se ve inundado con las hormonas producidas por el estrés durante un largo periodo de tiempo, tu salud entra en dificultades y también pierdes el deseo de tener relaciones sexuales. Trata de averiguar qué es lo que te está estresando para que puedas pensar en mejores maneras de manejarlo. También es buena idea darte un tiempo para alivar la presión de manera regular, ya sea dando un paseo por un parque, por medio de clases de yoga o tan solo viendo tu comedia favorita.

Vas demasiado al grano

Los juegos preliminares son importantes. Y es un hecho respaldado por la ciencia. En una encuesta de casi 8.700 personas, tanto hombres como mujeres dijeron que el sexo duró más tiempo cuando incluían más tipos de estimulación antes de la penetración propiamente dicho. Los principales fueron el sexo oral y la masturbación.

Tienes una vida demasiado ocupada

Tienes tantas cosas por hacer que dejas el sexo a un lado. Y eso es un error: las relaciones íntimas deberían ser una prioridad, porque significar intimidad en la relación y estar en contacto (no solo físico) con tu pareja. Sí, programar el sexo puede sonar algo antinatural y rígido, pero puede ayudarte a que te asegures de que dejas de posponerlo. Por lo tanto, agéndalo en tu calendario como si fuese una reunión más y apégate a él. Tu conexión con el otro mejorará y también los encuentros en la cama.

Haces siempre lo mismo

La rutina en el sexo es demoledora. Y en ocasiones ni siquiera nos damos cuenta de que hacemos lo mismo siempre, una y otra vez. Haz un esfuerzo y prueba cosas nuevas: nuevas posiciones, distintos lugares u horas diferentes. También puedes probar a incluir nuevas actividades o elementos como masajes o juguetes sexuales.

Te callas

Algo en tu vida sexual te está molestando. O tan solo es que te gustaría probar cosas nuevas. Pero no dices nada, y eso es un error: habla de ello. Si te preocupa como podría tomarlo tu pareja, trata de enmarcarlo en tus sentimientos y reacciones, no en las suyas. Algo que ayuda es comenzar las oraciones con «yo» en vez de «tú».

Te minimizas

Los mensajes que te dices a ti mismo o que escuchas de otros acerca de tu cuerpo marcan una gran diferencia en cuanto a lo seguro que te sientes. Cuando esos mensajes son negativos, tu imagen personal se siente agredida y disminuye tu apetito sexual. Si lo que haces en esos casos es bajonearte, trata de romper el hábito concentrándote en lo que te gusta de ti mismo. Cuídate y pasa tiempo con gente que te hace sentir bien.

Bebes demasiado

Un vaso de vino o una cerveza ayuda a relajarse, pero una borrachera puede hacer que una noche de pasión termine en un desastre. Los hombres en particular suelen tener problemas de rendimiento si se han pasado de tragos. Mantén el consumo de alcohol dentro de márgenes moderados: no más de un trago al día para las mujeres y dos para los hombres.

Pasas malas noches

Si no duermes bien, tu libido tampoco estará bien. Un estudio descubrió que las mujeres que dormían más, tendían a tener más y mejores relaciones sexuales. Así que no te empeñes en sacrificar horas de sueño pues podrías estar sacrificando también horas de sexo.

No cuidas tu peso

Si tienes unas libras de más, deshacerte de ellas podría aumentar tu rendimiento en la cama. Y sobre todo si eres hombre: un estudio obtuvo como resultado que los hombres con una cintura de más de 101 centímetros eran más propensos a padecer de disfunción eréctil que aquellos con estómagos más delgados. Así que tenlo en cuenta.

Fumas

Fumar perjudica la salud de muchas maneras, y una de ellas es reduciendo el deseo sexual. Los químicos del tabaco pueden alterar el flujo sanguíneo, lo cual puede causar problemas sexuales, especialmente en los hombres. Por lo tanto, si fumas es momento de hablar con tu médico acerca de cómo dejarlo.