Cuando se piensa en la artritis, por lo general se asocia automáticamente como una enfermedad de la vejez, en donde existe dolor y por lo general deformidad de las articulaciones, principalmente de las manos y pies. Y no en lo que verdaderamente es una inflamación de cualquier articulación, misma que genera dolor, enrojecimiento, calor e hinchazón.

Es además de suma importancia, diferenciar la artritis de la artritis reumatoidea, que es una enfermedad autoinmune, donde el cuerpo se ataca a sí mismo, y genera degeneración y deformación de las articulaciones.

Más jóvenes parecerían experimentar los dolores característicos de la artritis,  con mayor frecuencia que lo que alguna vez se pensó. Un reciente estudio indica que en el 2015 alrededor de 91 millones de adultos fueron diagnosticados de artritis, pero lo más sorprendente fue que cerca de un tercio de los pacientes pertenecían al grupo de 18 a 64 años.

Los estimados mencionados son 68% más altos que lo que se había reportado previamente, menciona el Dr. David Felson, profesor de Medicina de la Universidad de Boston y líder de la investigación.

“La artritis es increíblemente común, y hemos subestimado lo común que es” dijo. Es muy probable que este recuento fuera de lo esperado haya ocurrido porque en investigaciones previas solo incluyeron el diagnóstico de artritis realizado por un médico, explicó Felson.

“Resulta que particularmente las personas menores de 65 años por lo general responden que “no” cuando se les pregunta si padecen o han padecido artritis, lo que podría explicar que no se hayan incluído en los estimados anteriormente reportados”, dijo Felson.

En las personas jóvenes, tanto hombres como mujeres, la mayoría de veces la causa de la artritis se deriva de dos condiciones, la primera el ejercicio vigoroso sobre las articulaciones y la otra la presencia de obesidad. Ambas que generan estrés directo sobre la función articular.

Los médicos, por lo general, pasan por alto el diagnóstico principalmente porque no esperan encontrarlo, recalcó Felson. Mantener el peso adecuado y hacer ejercicio de forma segura, son las mejores maneras de ayudar a prevenir la artritis, sugirió.

Para el estudio, Felson y su colega, el Dr. S. Reza Jafarzadeh, también profesor de medicina en la Universidad de Boston, recopilaron datos de más de 33,600 hombres y mujeres, que participaron en la Encuesta Nacional de Salud de EEUU en el 2015.

Para estimar el alcance real de la artritis en los Estados Unidos, los investigadores tomaron en cuenta no únicamente a las personas cuya artritis fue diagnosticada por un médico, sino también a aquellas que reportaron síntomas crónicos de las articulaciones, con una duración mayor a tres meses.

Tras el análisis de los datos recolectados, encontraron que entre los menores de 65 años, el 19% de los hombres y el 17% de las mujeres reportaron haber padecido dolor en las articulaciones, aunque no tenían un diagnóstico médico de artritis. Entre los participantes de 65 años o más, casi el 16% de los hombres y el 14% de las mujeres también informaron dolor en las articulaciones sin un diagnóstico médico.

La prevalencia de artritis fue del 30% entre los hombres menores de 65 y el 31% en las mujeres menores de 65 años. Entre los hombres de 65 años y más, la prevalencia era de casi 56 %, mientras que era 69% entre las mujeres del mismo grupo de edad.

Por lo que, es importante no dejar pasar los dolores articulares como propios de las actividades cotidianas que se realizan, sino por el contrario acudir con un médico en caso de que exista algún síntoma relacionado con inflamación, para poder tomar medidas que protejan a la articulación a tiempo.