personas en bicicleta

¿Sabías que el amor a primera vista es real? Bueno, tal vez no amor puro y eterno pero nuestro cuerpo si es capaz de desarrollar una respuesta rápida y apasionada en pocos segundos. De hecho, al cerebro le toma fracciones de segundos producir estos químicos que despiertan la misma sensación eufórica que la cocaína (aunque suene extraño). Te contamos algunos datos curiosos del amor y la ciencia que hay detrás de este sentimiento.

El amor despierta una serie de reacciones químicos en el cerebro. Por ejemplo, los niveles de serotonina bajan, al igual que en el cuerpo de una persona que sufre del trastorno obsesivo-compulsivo. Este lapso por lo general dura un periodo máximo de 6 meses que sentimos algo muy parecido a la obsesión, por poco romántico que suene.

Enamorarse también provoca adrenalina, que hace que tu corazón acelere y que tus rodillas se sacudan cuando estés cerca de tu amante. Este sentimiento también hace que tu cerebro se inunde de dopamina y norepinefrina, ocasionando una sensación de euforia y las ganas de hablar todo el tiempo, ser detallista y hacer escapadas románticas.

Es por estos químicos que en muchos aspectos el enamoramiento se parece a una adicción. Algunos estudios sugieren que las mismas áreas del cerebro se activan entre las personas que están locamente enamoradas que en quienes usan cocaína u opiáceos. Muchas parejas también muestran los síntomas clásicos de la adicción, lo que hace de una ruptura muy similar a la abstinencia.

En lo que a la atracción se refiere hay muchos más componentes de lo que te puedes imaginar. Por ejemplo, seguramente no imaginaste que el olor de una camiseta sudada podría ser un atractivo. Así lo afirma un estudio donde varias mujeres clasificaron camisetas sudadas. Lo que sucede es que nuestro cuerpo identifica de manera eficaz sistemas inmunes diferentes a los propios, algo que tiene sentido si buscas tener una pareja para criar un hijo. Los niños que adquieren varios genes diferentes que combaten la enfermedad pueden tener menos probabilidades de enfermarse.

En el caso de los hombres el experimento fue realizado con camisetas de mujeres en periodo de ovulación y en efecto, se sentían más atraídos a este grupo que a las que no estaban ovulando. Un estudio similar confirmó esta teoría al notar que las mujeres ovulando reciben mejor propina que las que no.

Y por último en el tema de afrodisíacos debemos ser muy sinceros: no existe suficiente evidencia que compruebe que alimentos como las ostras o el chocolate sean afrodisíacos. La única sustancia conocida que despierta el deseo sexual es la testosterona, una hormona que se libera con actos simples como mirarse fijamente o tocarse las manos.
Ahora ya sabes, la próxima vez que sientas que estás enamorado puede ser tu cerebro jugandote una bruma.