Desde hace algunas décadas la reproducción asistida con métodos como la fertilización in vitro, revolucionó el mundo. La posibilidad de congelar los óvulos, inició siendo una opción para mujeres que debían cuidar su reserva ovárica por razones médicas, como por ejemplo un tratamiento contra el cáncer. Sin embargo, hoy en día podría considerarse una alternativa para mujeres que deseen planear su maternidad de otra manera, pero ¿es completamente seguro?

Las clínicas de fertilidad han “utilizado” su servicio de congelación de óvulos como una manera de promover todos sus servicios. Dicha técnica ha sido promovida desde los años 80, mejorando las técnicas de congelamiento, hasta la ahora conocida como vitrificación que congela instantáneamente los óvulos. Desde el 2012 la Sociedad Americana de Medicina Reproductiva, ya no considera la congelación de óvulos como experimental.

A partir de este cambio, los médicos dicen observar un aumento en el interés por el  procedimiento en las mujeres que no tienen una razón de salud para hacerlo. Nisa Desai, directora del Laboratorio de Fertilización In Vitro de la Cleveland Clinic, dice que las mujeres interesadas, son particularmente quienes trabajan en compañías tecnológicas que ofrecen cobertura por parte del seguro para este servicio médico, como Facebook, Google y Apple.

Congelar óvulos puede empoderar a una mujer, porque les permite tener una póliza de seguro para que cuando encuentren a la persona correcta, todavía tengan la posibilidad de tener un hijo que sea “genéticamente suyo”, dice Desai.

El Dr. Vitaly A. Kushnir, del Centro de Reproducción Humana de Nueva York, también corrobora la creciente cantidad de mujeres que quieren congelar sus óvulos. Sin embargo, advierte a las mujeres que las campañas para congelar óvulos por razones sociales (como no tener pareja) son puro marketing. Las guías de la Sociedad Americana de Medicina Reproductiva, explícitamente aconsejan en contra del congelamiento por razones sociales, afirma.

Existen 3 razones por las que las mujeres suelen acudir a un centro para congelar óvulos:

  • Han sido diagnosticadas con cáncer y van a recibir tratamiento que puede afectar su fertilidad.
  • Van a donar óvulos para otras personas y a su vez congelar algunos.
  • Quieren tener hijos algún día pero no están en un momento adecuado, ya sea por razones personales o profesionales.

“Si estás considerando empezar una familia y no estás exactamente en la posición de hacerlo por cualquier razón, es una buena idea hablar con una especialista en fertilidad sobre opciones reproductivas, entre esas congelar óvulos. El conocimiento es poder y existen muchas opciones” comenta la Dra. Kathryn Calhoun, especialista en infertilidad del Centro de Medicina Reproductiva de Atalanta.

El procedimiento

Bebé en brazos foto blanco y negro

El procedimiento no es inocuo, ni es barato. Aunque el costo varía dependiendo del lugar y de la cobertura del seguro, Calhoun comenta que el costo promedio, sin póliza, es de 9.800 dólares, mismo que incluye solo el primer año de almacenamiento de los óvulos.

Las tasas de éxito, es decir que se produzca un embarazo, también varían. En las estadísticas disponibles, alrededor del 23.7% de de nacimientos vivos resultaron de óvulos frescos (guardados por 24 horas) y congelados. De quienes tuvieron un embarazo a partir de óvulos congelados, el 81.3% resultaron en recién nacidos vivos.

Un dato importante es que los óvulos no pueden ser estudiados para comprobar su viabilidad, se escogen óvulos maduros que hayan tenido división celular y tengan mayor probabilidad de ser fertilizados exitosamente, pero no es una garantía.

En cuanto al procedimiento, este no es inocuo ni sencillo. Las pacientes deben recibir inyecciones diarias de hormonas por más de una semana, para estimular al ovario. Dos semanas previas a la obtención de los óvulos, la mujer debe ser sometida a estudios de sangre diarios, para determinar el nivel hormonal y si requiere ajustes.

Casi al mes de iniciado el tratamiento se podrán extraer los óvulos, procedimiento que se realiza bajo anestesia en un quirófano. La mujer tarda alrededor de 4 semanas más en volver a su estado de salud habitual.

Al ser un procedimiento medicamentoso e invasivo, las mujeres que lo consideren como una alternativa reproductiva, deben saber que tiene riesgos. Mientras mayor sea la mujer menor será la tasa de éxito, muchas veces requiriendo más de un ciclo de estimulación, cada uno incrementa los riesgos.

Los medicamentos utilizados para estimular los ovarios pueden causar, en algunas ocasiones, el síndrome de hiperestimulación ovárica. Los síntomas de éste, pueden ir desde hinchazón y deshidratación hasta la formación de coágulos potencialmente mortales. Puede ocurrir sangrado durante el procedimiento, además del riesgo inherente a la anestesia.

La mayor parte de mujeres requerirán múltiples ciclos de estimulación para obtener una suficiente cantidad de óvulos, dice Kushnir. Los riesgos a largo plazo tanto sociales como médicos, no se conocen.

La Sociedad Americana de Medicina Reproductiva advierte que no hay suficientes datos que permitan conocer todos los posibles riesgos. En sus guías mencionan, «mientras que los datos a corto plazo parecen tranquilizadores, los datos a largo plazo sobre los resultados y la seguridad en diversas poblaciones son inexistentes».

Fuente: WebMD