Si hay algún lugar donde la honestidad es 100% apreciada, útil y necesaria, es el consultorio del doctor. Hay que dejar la vergüenza a un lado, los doctores están ahí para ayudar, y entre más información tengan, será más fácil hacerlo.

Muchas personas mienten sobre la cantidad de alcohol que realmente consumen. El consumo excesivo de alcohol puede alterar los resultados de los exámenes y hacer que el doctor tenga problemas en diagnosticar a la persona si es que tiene problemas de salud.

Así mismo, el médico necesita saber si la persona fuma. Muchas prefieren decir que ya dejaron ese hábito, pero es fundamental saber la verdad. El tabaco puede interferir con la eficacia de ciertas medicinas, y también podría explicar algunos de las síntomas que la persona tiene. Además, el doctor también podría recomendar terapia o medicación para ayudar a la persona a dejar su vicio de una vez por todas.

Ser honestos sobre la dieta también importa mucho. Una mala dieta puede causar sobrepeso, y aumentar los niveles de colesterol “malo”. Si la persona no le dice al doctor exactamente de qué está compuesta su dieta, difícilmente se podrá llegar a un diagnóstico certero y a un tratamiento efectivo.

Los hábitos a la hora de ejercitarse cumplen un rol muy importante para mantenerse saludable. Hay personas que hacen ejercicio todos los días, y otras que raramente lo hacen. Sea cual sea el caso, el doctor debe estar al tanto para crear un plan eficaz y adaptado a la realidad de la persona. Existen muchas maneras de ejercitarse, además de ir al gimnasio, se puede intentar con un paseo rápido alrededor de la cuadra o sacar a caminar al perro.

Mentir sobre la número de parejas sexuales tampoco es bueno. Tener sexo con diferentes persona pone al paciente en riesgo de sufrir ciertas enfermedades de transmisión sexual, y puede que ayuda a explicar sus problemas de salud. La honestidad al respecto es crucial, el doctor no está ahí para juzgar, sino para ayudar.

Por el mismo camino va a el hecho de comunicarle al doctor si la persona ya sufre de alguna enfermedad de transmisión sexual. Si es que ha sufrido una en el pasado, o cree que podría estar experimentando síntomas de una, el doctor debe saberlo. Algunas enfermedades de transmisión sexual pueden ser peligrosas si no son tratadas a tiempo, además de que son contagiosas.

Los problemas durante el sexo son frecuentes y también solución, he ahí la importancia de de decir la verdad. La falta de deseo sexual y la disfunción eréctil, por ejemplo, pueden ser signos de otras enfermedades, especialmente si la persona es joven y sana, y es necesario tratarlas. Además, el doctor puede recetar medicamentos para tratar los síntomas o referir al paciente a terapia psicológica.

Los detalles son importantes. Los pequeños síntomas podrían ser pistas importantes a la hora de diagnosticar a un paciente. Por ejemplo, tener dolores de cabeza a la hora de ejercitarse parece no ser algo muy grave, pero puede ser signo de algo más serio.