Han pasado ya 23 años desde que la campaña “Seguro para dormir” (Safe to Sleep) empezó en Estados Unidos con la meta de lograr que los padres acuesten a sus bebés boca arriba a la hora de dormir. A pesar de esto, una encuesta reciente reportó que solo el 43.7% de las madres estadounidenses utilizan esta posición exclusivamente para hacer dormir a sus niños.

Colocar a los bebés boca arriba antes de ir a dormir reduce el riesgo de síndrome de muerte súbita infantil, una condición fatal inexplicada también conocida como SIDS. Reduce también otras muertes infantiles relacionadas con el sueño como la asfixia, así lo aseguran los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos.

Uno de los problemas principales es que muchos padres creen que la posición para no dormir no depende únicamente de ellos, sino de la manera en la que lo recuestan otros miembros de la familia o incluso de cómo se acomode el bebé naturalmente. Otro miedo común es la antigua creencia de que dormir boca abajo aumenta las probabilidades de que el bebé se ahogue o que sea más incómodo para ellos.

Estas creencias y costumbres pueden ser combatidas con campañas de concientización y continua educación a los padres y personas que cuidan de los más pequeños. Es importante retomar esto pues solo en Estados Unidos hubieron alrededor de 3.700 muertes infantiles repentinas inesperadas en el 2015. Entre estos, los SIDS representan 1.600 casos y la asfixia 900.

También es importante recordar que las últimas pautas de la Academia Americana de Pediatría aconsejan que los padres duerman en la misma habitación (no en la misma cama) que sus recién nacidos hasta que cumplan 6 meses de edad. Así podrán tener además más control sobre el sueño del pequeño.

Ahora que lo sabes, comparte el dato con tus amigos y familia. Es importante que el tema del sueño infantil sea más visto y conocido por todos para evitar posibles tragedias.