Si la falta de deseo sexual se ha convertido en una angustia o en un problema en la relación, una pastillita rosada podría ser la solución. El fármaco flibanserina, de nombre comercial Addyi, pero mejor conocido como el viagra femenino, puede mejorar el deseo sexual, la excitación, la lubricación, el orgasmo y la satisfacción en las mujeres premenopáusicas.

La pastilla se encuentra aprobada por la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos desde el 2015 y ha sido probada en numerosos estudios. Uno de estos, incluía a más de 2.300 mujeres premenopáusicas que reportaban falta de deseo sexual. Un grupo tomó Addyi, mientras que otro consumía placebos. Los investigadores observaron resultados positivos con el fármaco y las voluntarias también lo notaron.

Los efectos secundarios más comunes son somnolencia y mareos, pero como el medicamento se toma antes de acostarse, estos efectos no suelen ser nocivos. Otros efectos secundarios incluyen náuseas, fatiga, insomnio y sequedad de boca.

No se sabe exactamente cómo funciona esta pastilla. Pero el concepto general es que afecta el estado de ánimo de quien la toma, así como muchas otras funciones del cuerpo. Además, su uso está aprobado únicamente para mujeres que no han llegado a la menopausia todavía.

Sin embargo, para la mayoría de las mujeres, el tratamiento médico es sólo uno de los aspectos para arreglar en el caso de falta de deseo. La salud y bienestar sexual es una cuestión multifactorial, y abarca más que lo físico. Así, el fármaco no sería una solución completa para volver a tener la vida sexual deseada.

Varios expertos y usuarios critican a la pastilla pues la comparan con una droga para que una mujer quiera tener sexo. Además cuestionan el rol que desempeña la relación y la intimidad a la hora del deseo.

Existen otras medidas que se pueden tomar para estimularlo, tal como el ejercicio, una dieta saludable, un alto autoestima y en general acercarse a las cosas que te hacen sentir bien.

Si resulta agobiante, también se puede buscar tratamiento de un especialista como un psicólogo o un sexólogo. No hay que avergonzarse de esto y es normal buscar ayudar si no te sientes a gusto con algún aspecto.