Durante el embarazo tu cuerpo cambia. Algunos síntomas son muy conocidos como el crecimiento del vientre, náuseas, calambres y el cansancio. Pero algunos no se discuten tan abiertamente y causan un poco de vergüenza, pero aquí no hay espacio para la timidez y hablamos de otros cambios que tu cuerpo atravesará durante esta hermosa etapa.

Prácticamente todas las mujeres embarazadas tienen gases. Esto se debe a los cambios hormonales que como efecto secundario retrasan el tracto gastrointestinal. Y la mala noticia es que es posible que no puedas controlarlos porque no tienes el mismo control de los músculos que antes. Para que esto se disminuya, dejar alimentos que notas que te sientan mal y hacer ejercicio es una buena idea.

La incontinencia es otro síntoma que causa historias de terror entre las embarazadas, pues toser o reír muy fuerte puede ocasionar un accidente. Pero tranquila, por lo general no son más que gotitas que cualquier toalla diaria puede absorber. Para evitar este miedo, varias visitas diarias al baño bastarán.

La aparición de pelo en nuevas partes de tu cuerpo (cara, vientre y senos) pueden generar una gran sorpresa no muy grata. Si no te sientes agusto, puedes depilarte o rasurarte con normalidad.

Uno de los síntomas más molestos es la hemorroides y es muy común entre las embarazadas. Esto ocurre con una serie de cambios gástricos del embarazo, como estar constipada. Evita este problema manteniéndote hidratada y con una dieta alta en fibra.

Y por último, muchas embarazadas presentan problemas en la intimidad con su pareja. No porque no puedan continuar su vida sexual, sino porque muchas embarazadas se sienten avergonzadas de algunos cambios de su cuerpo, las hace sentir incómodas e incluso no atractivas. Si sientes estos miedos, conversa con tu pareja y seguro calmará todas sus inseguridades.

SI cualquier síntoma te molesta, no dejes que la vergüenza te gana y discútelo con el ginecólogo. Así sabrás que todo marcha normalmente.