Lo que tu orina te está contando

La orina es una herramienta muy útil para diagnosticar algunas enfermedades. El color, la densidad y el olor puede revelar mucho sobre nuestra salud y con la ayuda de un análisis de orina puedes saber mucho más. Si, no se la examina únicamente para saber si estás embarazada. Así que la próxima vez que jales la cadena, te recomendamos que des un vistazo.

Empecemos por el color

tabla de colores

La orina puede tener una gran variedad de colores, que por lo general varía entre color miel oscura y amarillo piña. Algunos alimentos y medicinas pueden cambiar  su aspecto, por ejemplo los espárragos la convierten en un poco más verdosa o las zanahorias un poco más naranja. Incluso algunos antiácidos la pueden convertir en azul. Estos son algunos de los colores más usuales y cuándo deberías preocuparte.

Normalmente el nivel de hidratación de una persona es un factor muy importante. Es decir mientras más clara y transparente sea tu orina, mejor hidratado estás. Si es totalmente transparente estás consumiendo demasiada agua y si es color miel, ve por ese segundo. Un color más oscuro o café podría indicar deshidratación severa o un problema de hígado. Si notas este color con frecuencia haz una cita con tu doctor.

El color rojo significa que hay sangre en tu orina, a no ser que hayas comido remolacha o arándanos antes. La sangre puede ser síntoma de enfermedades graves de hígado, tumores, infecciones a las vías urinarias o al riñón, problemas de próstata y mucho más. Esta es una señal para llamar a tu doctor.

Un olor fuera de lo normal

Niño tapándose la nariz

Nuevamente, algunos alimentos y medicamentos pueden cambiar el olor de la orina. El atún puede ocasionar olor a pescado y los espárragos generan un olor parecido al amoníaco en algunas personas. Incluso si no tomas si no tomas suficiente agua o tienes déficit de vitamina B-6, olerá más fuerte de lo normal.

Sin embargo, algunas condiciones de salud también pueden alterar el olor. La diabetes, las infecciones de la vejiga, las infecciones renales y la insuficiencia hepática pueden cambiar la forma en que huele tu pis. Habla con tu médico si hay un cambio repentino y no desaparece.

Qué tan seguido debes ir

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Cada persona es diferente, pero un adulto en promedio necesita vaciar su vejiga hasta 8 veces al día. Esto depende de cuánto comes y bebes, y de algunos hábitos como el consumo de alcohol y cafeína. Las personas mayores y las mujeres embarazadas también frecuentan mucho más un baño.

Una vez más la clave es notar las diferencias. Si te das cuenta que estás yendo al baño mucho más de lo normal, podría ser signo de una infección a las vías urinarias, diabetes, problemas con la pared de la vejiga, en el caso de los hombres agrandamiento de próstata y en el de las mujeres, vaginitis. Menciona a tu doctor sobre estos cambios.

Al contrario, si no puedes ir o sientes que tienes que ir con frecuencia, pero no orinas mucho cuando lo haces, podría tratarse de un bloqueo que no permite que la orina salga normalmente.  El bloqueo puede ser causado por un agrandamiento de la próstata, cálculos renales, cáncer de vejiga o coágulos de sangre, entre otras afecciones.

Algunas enfermedades comunes

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La infección de vías urinarias da síntomas como orina más oscura, roja, marrón o verde y de un fuerte olor. Por lo general ocurre cuando las bacterias ingresan a la vejiga o uretra y de ser tratados a tiempo, no necesitará más que antibióticos. Es importante ir pronto al médico porque la infección puede llegar a otras partes del cuerpo y agravar seriamente tu salud.

La hiperglucemia (demasiada azúcar en la sangre) también se manifiesta a través de un examen de orina. Esta condición puede ser un signo de otras enfermedades como diabetes, problemas cardíacos, derrames cerebrales, enfermedades renales, ceguera y otros problemas. En caso de ser diabetes, tu doctor también lo notará en el mismo examen de orina y otra serie de pruebas.

La orina espumosa suele ser signo de más proteína de lo normal y por lo tanto podría ser una insuficiencia renal. Esta condición daña los vasos sanguíneos de los riñones, lo que obliga al cuerpo a aferrarse a más sal, agua y desechos en su sangre de lo que debería. Un examen de orina puede diagnosticar correctamente esta enfermedad.

Por último, un color muy oscuro por lo general apunta a un problema de hígado o de vesícula biliar. Podría tratarse desde hepatitis hasta cáncer, por lo que lo mejor será visitar a un médico.

Con estos datos en mente, recuerda hechar un vistazo antes de jalar la cadena para saber que todo marcha con normalidad.