Plato con cubierto

Phil Libin, un importante director ejecutivo de una compañía multinacional, está revolucionando el mundo de la dieta en su medio. Llevaba años con sobrepeso, poca energía y poco interés por su propio trabajo. Decidió buscar el origen y encontró que los culpables eran los carbohidratos.

Hace un año, decidió comenzar a ayunar de manera regular, ahora lo hace hasta por periodos de 2 a 8 días seguidos, días en los cuales solo toma agua, café y té. En este tiempo ha perdido 85 libras, revertido un diagnóstico de prediabetes y dice sentirse “25 años más joven”.

El ayuno intermitente es una tendencia creciente en el mundo de las dietas, involucra pasar por periodos de ayuno desde 14 horas hasta varios días. Aunque suene extraño, la dieta tiene apoyo científico. Grandes estudios han encontrado que es una forma confiable de perder peso, así como otras dietas.

Estudios en animales sugieren que tiene otras ventajas, que incluyen la reducción del riesgo a padecer ciertos tipos de cáncer, mejorar el rendimiento cognitivo e incluso de prolongar la vida.

La moda ha alcanzado más adeptos, incluyendo otros directores ejecutivos. Libin realiza una versión un poco más extrema del ayuno, conocida como ayuno prolongado, debido a la cantidad de días que puede pasar sin ingerir alimentos.

Un año antes de iniciar con el ayuno, Loïc Le Meur, un amigo del mundo de los negocios le comentó al respecto de esta nueva dieta, incrédulo intentó encontrar información que desmienta lo comentado por su colega, para su sorpresa encontró múltiples fuentes que respaldan el ayuno y decidió empezar con un ayuno de 3 días.

“Fue un poco difícil al principio, ¿pero difícil comparado con que?. Incluso el primer día de ayuno fue más fácil que pasar una hora en el gimnasio” afirma Libin. “Desperté el tercer día sintiéndome mejor de lo que me había sentido en años. Me atrapó inmediatamente”.

Un año más tarde ayuna entre 2 a 8 días seguidos, dependiendo de su trabajo y vida personal. Cuando viaja o tiene eventos que no puede dejar pasar se confiere “días de alimentación”, en los cuales no hay restricciones, ni existe el conteo de calorías.

Acudió a una cita médica para una valoración, sus exámenes revelaron que revirtió su posibilidad de desarrollar Diabetes Mellitus tipo 2, además de que logró mantener su peso ideal por más de 3 meses. En el trabajo se siente más concentrado, feliz y rara vez experimenta hambre.

“No comer nada está funcionando perfectamente para mi. No tengo que pensar al respecto, siempre regreso al punto de ayuno y lo logro”, dijo Libin. Planea continuar con el esquema de ayuno y comida por el resto de su vida. “Ya no ayuno para bajar de peso, lo hago porque realmente me gusta”, afirmó. ¿Estarías dispuesto a probar este régimen?