La enfermedad de Alzheimer es la forma de demencia más frecuente. Es un trastorno que tiene un devastador efecto en la vida de alguien, al acabar con la memoria, pensamiento y comportamiento normales. Los científicos están a la caza de alguna forma que permita detectar el Alzheimer en etapas tempranas.

En su búsqueda, están encontrando pistas en los ojos, el lenguaje, incluso en el olfato de una persona, para tratar de descifrar maneras de identificar signos que alerten que una persona lo va a padecer. Al ser una enfermedad incurable, los científicos creen que si se puede diagnosticar tempranamente, se pueda usar medicación, cambios en el estilo de vida o alguna estrategia para combatir la enfermedad antes de que el daño cerebral sea irreversible.

Más de 5 millones de personas en Estados Unidos padecen la enfermedad y la Asociación de Alzheimer dice que el número podría ascender a 16 millones para el 2050. Lo que quiere decir que, en dicho país cada 66 segundos alguien desarrolla la enfermedad y no existe ningún estudio para diagnosticarla. Lo que sí se conoce es que los cambios relacionados con la enfermedad aparecen años antes de que aparezcan señales de ella. Encontrar dichos cambios es la misión.

Médicos en el Centro Médico Cedars-Sinai de Los Ángeles han desarrollado el primer examen oftalmológico para el Alzheimer. Dicen que los resultados muestran que usando tecnología que utiliza luz para mirar dentro del ojo, podría ser la respuesta para detectar la enfermedad 15 a 20 años antes de que pueda ser diagnosticada.

“La retina, parte posterior del ojo, es una extensión del cerebro. La observación clave de nuestro grupo fue que el sello distintivo de la enfermedad de Alzheimer, es la placa amiloide, uno de los primeros signos que se desarrollan en la enfermedad de Alzheimer y que no solo ocurre en el cerebro sino también en la retina” explica el Dr. Keith L. Black, jefe del departamento de Neurocirugía.

Black dice que la ventaja del estudio es que toma 20 minutos realizarlo, no es invasivo, es asequible y ha sido preciso al determinar si alguien no padece la enfermedad, como también ha tenido una buena tasa de detección en los pacientes que si la tienen. Al momento, se encuentran dando seguimiento al progreso de las placas en algunos pacientes y usándolo en ensayos clínicos, aunque aún no está disponible para el público en general.

Otro estudio publicado en agosto del presente año, propone a la pérdida de la habilidad para seguir una ruta y ubicarse como un signo temprano del Alzheimer. «En la enfermedad, ‘errar’ o ‘perderse’ es una característica y queja común de pacientes y cuidadores por igual», dice Scott Moffat, PhD coautor del estudio. «Entonces, una razón por la que pensamos que la navegación puede verse afectada al principio del envejecimiento y la demencia, es porque se puede evidenciar en el comportamiento», dice.

En el estudio, mostraron a los pacientes una ruta y les pidieron que la reprodujeran miembras recuerdan que giros hacer y los lugares vistos. “Se incluyeron tareas de navegación en la vida real, en la calle, en corredores o incluso con realidad virtual”,  dice Moffat.

En el futuro, la habilidad para navegar y ubicarse podrían ser un marcador temprano de la enfermedad o para monitorear la eficacia del tratamiento, ya que dependen del mismo sistema cerebral. Sin embargo, es una valoración subjetiva, ya que no se puede crear un estándar para todos, ya que el sentido de ubicación de por sí varía en todas las personas.

Otros estudios prometen posibles mecanismos para identificar signos tempranos del Alzheimer, por citar algunos mencionados por la Asociación de Alzheimer están

  • El sentido del olfato, mismo que podría ser un signo temprano. La pérdida de la habilidad para identificar olores se ha asociado con menor capacidad de razonamiento y memoria, así como encogimiento del cerebro.
  • La pérdida auditiva podría mostrar que las habilidades de razonamiento empeoran en los adultos mayores, incluyendo el procesamiento de nueva información, la flexibilidad en el pensamiento, y la coordinación de cerebro, ojo y mano mientras se procesa la información.
  • Cambios en el lenguaje diario, incluyendo utilización de frases más cortas, más pronombres y pausas como “eh” y “ah”, se relacionan con discapacidad en las habilidades mentales, que podrían ser un precursor de Alzheimer.
  • Otro estudio encontró que existe mayor riesgo en adultos mayores de padecer problemas de memoria y razonamiento mientras más veces han sido atendidos en urgencias.

El valor de un diagnóstico temprano

Periódico, lentes y lápiz

No existe una cura para la enfermedad de Alzheimer, entonces ¿cuál es el propósito de saber si vas a padecer la enfermedad con anterioridad? Los investigadores dicen que todo se enfoca en la prevención.

“Mientras mejor entendamos la secuencia de cambios a través del tiempo y podamos encontrar biomarcadores que identifiquen cambios cerebrales, podremos sacar ventaja e implementar ensayos preventivos”, explica Lafaille-Magnan, investigadora.

La Asociación de Alzheimer por su parte, dice que la detección temprana permite a la persona una oportunidad de beneficiarse con los medicamentos, más tiempo para planear el futuro, una oportunidad para decidir como quiere que sea su cuidado, que opciones elegir, y solucionar asuntos legales y financieros.

El Dr. Black explica que la enfermedad se desarrolla alrededor de 20 años antes de que exista pérdida de memoria, problemas de comportamiento y de razonamiento. Por lo que, para cuando se manifiestan los síntomas, las células cerebrales ya se perdieron, así como las conexiones cerebrales.

“Si se pudiera intervenir con una droga tempranamente, antes de haber perdido las células cerebrales, podrías ser capaz de tener un mejor resultado terapéutico” explica.

El encontrar que existe un riesgo incrementado de padecer la enfermedad es un tema muy complejo. No necesariamente dice que desarrollarás la enfermedad y tampoco asegura que el saberlo con antelación pueda tener beneficios en la vida.

Al momento se sabe que realizar actividades como crucigramas, sudokus, jugar con cartas o mantener la mente activa en general puede mejorar las capacidades mentales. De igual manera utilizar la memoria en vez del GPS, ejercitarse, moderar el estrés, dormir 8 horas, una dieta mediterránea y consumir omega-3s son recomendaciones que también pueden ayudar.

Fuente: WebMD