marca de cucharra y cubierto

Salir a comer fuera de casa puede ser una tarea complicada si sufres de diabetes tipo 2. La buena noticia es que no es una misión imposible. En realidad, con un buen conocimiento sobre nutrición y qué tiene tu alimento, puedes elegir platos aptos para tu condición. Sabemos que no siempre es fácil, pues por lo general la comida de restaurantes es alta en calorías, grasa y carbohidratos. Te damos unos consejos para que pongas en práctica la siguiente vez que visites un restaurante.

Lo primero que debes tomar en cuenta es la hora a la que vas a salir. Como persona con diabetes, sabes la importancia de comer más o menos a la misma hora todos los días para mantener constante el nivel de azúcar en la sangre. Cuando salgas, trata de hacer la reserva a la misma hora a la que estás acostumbrado a comer. Si esto no es posible, come un pequeño snack antes de salir y trata de no duplicar esa porción durante la comida.

Otro buen consejo es planear con anticipación. Escoge un restaurante que tenga opciones aptas para ti. Hoy en día es muy fácil encontrar los menús disponibles en el sitio web o las redes sociales del lugar, si no lo encuentras también puedes llamar y hacer preguntas sobre qué puedes comer. Si ya sabes lo que vas a comer, evitas caer en tentaciones a la hora de llegar.

Uno de los macronutrientes que más atención debes poner son los carbohidratos. Si bien son necesarios para obtener energía, consumir muchos y procesados pueden elevar rápidamente el nivel de azúcar en la sangre. Los expertos recomiendan de 45 a 60 g por comida para mantener la glucosa. Cuida tus porciones y escoge platos con pocos carbohidratos como una ensalada caprese. Recuerda pedir siempre los aderezos aparte para poder controlarlos y no caer en excesos.

Si no encuentras una opción como esta, puedes pedir sustitutos. Por ejemplo, reemplaza las papas fritas por una porción de ensalada. O si estás comiendo en un restaurante mexicano sustituye la crema agria por pico de gallo.

Mientras escaneas el menú, busca palabras clave como “a la parrilla, al vapor, escalfado o estofado”. Estos métodos de cocción no agregan mucha grasa o calorías a tu proteína lo que les hace excelentes opciones. Al contrario evita que sean preparados con crema, apanados, crujientes o fritos. Si el menú no está claro, puedes pedir ayuda al mesero.

En cuanto a las bebidas es mejor mantenerse con agua o agua con gas. Las bebidas azucaradas tienen muchas calorías y azúcar, e incluso las versiones sin azúcar podrían tener efectos negativos. Empieza a tomar agua con unas gotas de limón o té frío sin azúcar. También puedes, con la previa aprobación de tu doctor, tomar una ocasional copa de vino o una cerveza, pero recuerda que no debe ser todos los días.

Por último, el postre puede ser uno de los aspectos más complicados. La mayoría de doctores no los suspenderán del todo. Si ese día quieres comer postre, evita la porción de carbohidratos durante la comida, así tu cuerpo podrá más fácil nivelar el azúcar en la sangre.

Pon en práctica estos consejos la próxima que visites un restaurante. No olvides que el azúcar se puede esconder en lugares que no imaginas como en la salsa BBQ o en la ensalada de pasta. Con esto, podrás salir cuantas veces quieras.