Así como la mayoría de órganos en nuestro cuerpo, la próstata no está exenta de desarrollar cáncer. ¿Qué signos y síntomas puedes identificar a tiempo? ¿Qué opciones tienes para prevenir o tratar este mal? Aquí te lo contamos.

La próstata es una pequeña glándula en forma de nuez, exclusiva del sexo masculino, encargada de secretar algunos de los fluidos presentes en el semen. Por lo general, el cáncer en ésta glándula se desarrolla lentamente y sin producir malestar, aunque algunas veces puede ser agresivo sin el adecuado tratamiento. Su supervivencia en general es buena, por lo que estar alertas y acudir a revisiones médicas periódicas es la mejor opción para su prevención.

Síntomas del cáncer de próstata

En etapas iniciales, puede no existir síntoma alguno. Posteriormente los síntomas incluyen:

  • Orinar frecuentemente, especialmente en la noche
  • Dificultad para comenzar o parar de orinar
  • Chorro de orina débil o interrumpido
  • Sensación de dolor o ardor durante la eyaculación o mientras orinas
  • Sangre en la orina o el semen

En el cáncer avanzado, también puede presentarse dolor en la espalda baja, caderas o muslos.

¿Próstata agrandada o cáncer de próstata?

La próstata puede crecer a medida que el hombre envejece, algunas veces ejerciendo presión en la vejiga o la uretra causando síntomas similares al cáncer de próstata. A este padecimiento se le conoce como hiperplasia prostática benigna (HPB). No es cáncer y se puede tratar cuando los síntomas son muy molestos. Un tercer problema que puede semejar los síntomas urinarios es una prostatitis, una inflamación o infección de la glándula, que puede causar fiebre y es tratada con medicación.

¿El cáncer de próstata se puede detectar a tiempo?

Las pruebas de detección para encontrar el cáncer de próstata tempranamente están disponibles. Pero, las guías internacionales no indican estudios de rutina a cualquier edad, ya que en ocasiones se pueden encontrar cánceres con un crecimiento tan lento, que no se beneficiarían de un tratamiento y por el contrario los efectos secundarios del mismo, serían peores que el mismo cáncer.

La Sociedad Americana Del Cáncer aconseja a los hombres que consulten con un médico sobre los estudios de detección, comenzando en:

  • 50 años, hombres con riesgo promedio que esperan vivir al menos 10 años más
  • 45 años, hombre con riesgo elevado: afroamericanos o familiar de 1er grado (papá, hermano o hijo) diagnosticado con cáncer de próstata antes de los 65 años
  • 40 años, hombres con más de un familiar de 1er grado con cáncer de próstata a edad temprana

Pruebas de detección: Examen rectal digital y Antígeno prostático específico

El médico inicialmente, puede realizar un examen rectal digital (ERD) para palpar si existen abultamientos o endurecimientos en la próstata. Posteriormente puede pedirte un examen de sangre para medir el antígeno prostático específico (APE), una proteína producida por las células prostáticas. Un resultado elevado puede indicar un riesgo mayor de tener cáncer. Pero ojo, ésta no es una prueba diagnóstica, se pueden tener niveles elevados de APE y no tener cáncer, o niveles normales de APE y sí padecerlo.

Resultados del estudio del APE

Se considera un resultado normal de APE en sangre a un valor por debajo de 4 nanogramos por mililitro (ng/mL), mientras que un resultado por encima de 10 sugiere un alto riesgo de cáncer. Pero existen muchas excepciones:

  • Se puede tener cáncer de próstata con un valor de APE menor de 4.
  • Una próstata inflamada o agrandada puede aumentar los valores de APE.
  • Algunos de los medicamentos utilizados para tratar la hiperplasia prostática benigna pueden disminuir los niveles de APE, aún con la presencia de cáncer.

En caso de que el APE o el ERD sean anormales, el médico ordenará estudios complementarios.

Biopsia del cáncer de próstata

Si es que las pruebas de detección sugieren un problema, el siguiente paso es realizar una biopsia. Ésta se realiza por medio de una aguja que es insertada por la pared del recto o la piel entre el recto y el escroto. Se toman múltiples muestras para ser examinadas al microscopio. La biopsia es la mejor manera de detectar cáncer y de que el médico patólogo pueda estadificarlo como cáncer de lento crecimiento o cáncer agresivo. La estadificación permite guiar el tipo de tratamiento a seguir.

Estudios de imagen para el cáncer de próstata

Algunos hombres necesitarán de estudios de imagen para poder determinar si el cáncer se ha diseminado a otros órganos. Los estudios pueden ser un ultrasonido, tomografía computarizada o una resonancia magnética. Permitirán determinar uno de los 4 estadíos del cáncer de próstata:

  • Estadío I: cáncer pequeño y confinado a la próstata
  • Estadío II: cáncer avanzado pero aún confinado a la próstata
  • Estadío III: cáncer diseminado a la región externa de la próstata y cercano a las vesículas seminales
  • Estadío IV: cáncer diseminado a ganglios linfáticos, órganos o tejidos vecinos como la vejiga, el recto u órganos distantes, como los huesos o pulmones.

Tasa de supervivencia del cáncer de próstata

Las buenas noticias son que éste tipo de cáncer, por lo general, crece lentamente. 9 de cada 10 casos se encuentran en etapas tempranas. La supervivencia a los 5 años es del 100% para hombres en estadíos I y II, y la mayoría viven muchos años más. Cuando se encuentra en estadíos III y IV la supervivencia desciende al 28%, aunque actualmente mejora cada año.

¿Qué opciones de tratamiento existen?

Las opciones dependen de la edad de diagnóstico, el estadío del cáncer y la condición del paciente.

  • Espera expectante: Si se determina un cáncer de bajo riesgo tras la biopsia y estudios complementarios, una opción es vigilar y esperar realizando estudios periódicos. En hombres mayores y con otras enfermedades, es la mejor opción.
  • Radioterapia: Utiliza un rayo externo de radiación para eliminar las células cancerígenas. Se usa como primer tratamiento, después de una cirugía prostática o para aliviar el dolor óseo de un cáncer avanzado. Puede ocasionar disfunción eréctil, fatiga, problemas urinarios y diarrea.
  • Cirugía: Consiste en remover la próstata totalmente y se realiza para eliminar el cáncer cuando éste está confinado a la próstata. La cirugía puede afectar la función urinaria y sexual, aunque ambas mejoran con el tiempo.
  • Terapia hormonal: Se utilizan hormonas que bloquean o detienen la producción de testosterona y otras hormonas masculinas. Ésta terapia puede encoger o enlentecer el crecimiento del cáncer, pero a menos que sea utilizada con otra terapia, no lo eliminará. Los efectos secundarios pueden ser calores, crecimiento mamarios, ganancia de peso e impotencia.
  • Quimioterapia: Se utiliza en casos más avanzados de cáncer, en donde actúa matando las células cancerígenas en todo el cuerpo. El tratamiento es intravenoso y dura de 3 a 6 meses. Se asocia con pérdida de pelo, náusea, vómito y fatiga.
  • Crioterapia: Congela y elimina las células cancerígenas en la próstata. No se utiliza frecuentemente porque se desconoce su efectividad a largo plazo. El 80% de los pacientes sufren impotencia como efecto secundario.
  • Vacuna contra el cáncer: está diseñada para tratar, no para prevenir la enfermedad. Utiliza células del sistema inmune para atacar a las células malignas. Se utiliza para cáncer avanzado y puede ocasionar fatiga, náusea y fiebre.

Factores de riesgo asociados al cáncer de próstata

Dentro de los factores de riesgo que no puedes controlar están la edad, que incrementa el riesgo, particularmente después de los 50 años. La historia familiar duplica tu riesgo de cáncer de próstata, en especial si son familiares de 1er grado. Las personas afroamericanas tienen el mayor riesgo de padecer cáncer de próstata en el mundo.

Existen factores de riesgo que si están en tu control, la dieta juega un rol esencial. El cáncer de próstata es más común en países donde se consume carne roja y lácteos altos en grasas, no se sabe el por qué, pero ambos alimentos aumentan la producción de hormonas masculinas. Por lo que una dieta baja en carnes rojas, grasas, alimentos procesados, harinas blancas y alcohol pueden ser de ayuda. Se recomienda una dieta alta en frutas, verduras, vegetales y alimentos integrales. Los alimentos ricos en folatos (espinacas, jugo de naranja y lentejas) pueden tener una acción protectora.

Mitos sobre el cáncer de próstata

Existen diversos mitos y creencias en torno al origen y la prevención del cáncer de próstata, es fundamental estar informados y desmentirlos.

  • Mucho sexo, la vasectomía y la masturbación no causan cáncer de próstata.
  • Si un hombre tiene hiperplasia prostática benigna no tiene mayor riesgo de desarrollar cáncer de próstata.
  • Los suplementos herbales que se promocionan para la prevención del cáncer de próstata no funcionan e incluso pueden interferir con los valores del APE.
  • Los suplementos de ácido fólico no disminuyen el riesgo, incluso pueden aumentar el riesgo de padecer cáncer de próstata.

Las revisiones periódicas con tu médico de cabecera, conocer tus antecedentes hereditarios y conocer tu cuerpo pueden prevenir y alertar si algún síntoma es compatible con el cáncer de próstata. No te descuides.

Fuente: WebMD