¿Te ha pasado alguna vez que tu ojo comienza a parpadear de manera incontrolable y no puedes parar? Mejor conocido como blefaroespasmo, esta anomalía en los párpados ocurre cuando los músculos causan contracciones involuntarias y el parpadeo no puede parar. Algunas veces afecta a un solo ojo, otras a los dos y puede durar desde minutos hasta meses. Esto es lo que te podemos contar sobre esta condición.

Estos espasmos son indoloros, casi siempre inofensivos, aunque por supuesto molestos y por lo general desaparecen por sí solos. Aunque si ocurren por periodos muy prolongados, pueden causar que los párpados se cierren completamente antes de volver a abrirse. Los doctores creen que esta condición se relaciona con la fatiga, el estrés o incluso la cafeína.

Existen tres tipos de blefaroespasmo. Los menores se deben únicamente a factores relaciona al estilo de vida, exceso de alcohol, tabaco, cafeína, además de falta de sueño o estrés. También puede resultar por infección superficiales del ojo o de los párpados. Por lo general son cortas y pasajeras.

La segunda conocida como esencial benigna suele manifestarse en los adultos de mediana edad y empeora gradualmente. Es menos común, por ejemplo en Estados Unidos solo se diagnostican 2.000 personas al año. Además de fatiga y estrés, las causas incluyen constante exposición a luz brillante, el viento muy fuerte o la contaminación del aire. A medida que empeora, los afectados se vuelven más sensibles a la luz, pueden tener visión borrosa y espasmos faciales. Los investigadores creen que la genética juega un papel muy importante en el desarrollo de estos espasmos que afectan más a las mujeres que a los hombres.

Y el tercer tipo, el más raro de todos, es el espasmo hemifacial. En este caso los espasmos se dan tanto en el párpado como en la boca y afectan a un solo lado de la cara. Muy a menudo, el ocasionante es una arteria presionando a un nervio en la cara.

El primer caso es es el más común y por lo general se irá por sí solo. Si se presenta, trata de conseguir suficiente descanso y dejar a un lado por un tiempo el alcohol, tabaco y café. También puedes aplicar lágrimas naturales para evitar que se resequen tus ojos y este mal continúe.

Debes visitar a un doctor si los espasmos continúan por más de una semana, si tus ojos no solo parpadean si no se cierran completamente o si incluyen a otro parte de tu rostro. Un médico te diagnosticará de manera correcta y te recetará un tratamiento, o bien podría referirte a un neurólogo en caso de que sugiera un problema de nervios.