Si ya estás cansado de bostezar todo el día, de no tener fuerza para levantarte o necesitar 3 tazas de café diarias, tal vez sea hora de revisar tus hábitos. El cansancio durante el día puede tener más de un motivo, así que te traemos una lista que podría ayudarte a entender de dónde viene el tuyo.
El primero, va a ser un poco obvio, pero es la falta de suficiente horas para dormir. Un adulto debe dormir entre 7 y 8 horas cada noche, sino su salud y concentración podrían verse afectadas. Si eres de los que se desvelan en las noches, puedes empezar por fijarte un horario y dejar de usar el celular, computador o televisión en la habitación. Si sufres de insomnio, lo mejor será consultar con un doctor.
El otro problema que podrías tener a la hora de dormir, es que no lo haces de corrido. De modo que así tengas “8 horas de sueño”, despertarse a cada rato por breves momentos, interrumpe los ciclos de sueño y daña la calidad de los mismos. Incluso podrías tener síndrome de apnea-hipopnea, una condición que afecta al sistema respiratorio durante el sueño y al 4% de los adultos. Si crees que este es tu caso, también podrías consultar con un especialista.
El siguiente problema es la falta de alimento. Si bien comer muy poco, seguro te dará cansancio, comer mal y pocos nutrientes también lo hará. Tu cuerpo necesita gasolina para funcionar y la manera de obtenerla es a través de una dieta balanceada. No olvides no saltarte el desayuno y no exagerar en el consumo de azúcar.
Y para mantenerte hidratado recuerda tomar mucha agua durante el día. La deshidratación también ocasiona cansancio. La mejor manera de saber que todo está en orden es el color de la orina, si es muy oscura, lo más probable es que estés deshidratado.
Sorpresa, el consumo excesivo de café también puede ser agotador para tu cuerpo, así lo demuestran algunos estudios. Así que si buscas quedarte solo con los efectos de aumento de concentración, recuerda consumirlo moderadamente, porque además de sueño puede producir taquicardia y mareo.
Otros factores médicos como la depresión, el hipotiroidismo, la anemia, infecciones a las vías urinarias, la diabetes, algunas enfermedades de corazón, incluso algunas alergias pueden ocasionar fatiga. Si descartaste las primeras opciones, podría ser buena idea consultar con un médico ya que tu cuerpo podría esconder alguno de estos motivos.
Pero si no se relaciona a ninguno de ellos, aunque no lo creas la solución puede ser hacer ejercicio. Realizar actividad moderada por 20 minutos 3 veces a la semana, ha mostrado ya su eficiencia en disminuir la fatiga en los adultos.
