Mujer sentada mirando el paisaje

Ya no tienes 20 y tu cuerpo lo sabe. Mientras envejecemos suelen aparecer algunas dolencias y molestias que no estaban antes pero son normales con la edad. Pero los años no pasan en vano y la edad nos vuelve más propensos a ciertas enfermedades, por lo que es necesario saber identificarlas y tomar ciertas precauciones.

El mayor riesgo es el famoso paro cardíaco o ataque al corazón. En cifras, un hombre de 50 años o más tiene el 50% de probabilidades de contraer una enfermedad de corazón. Los síntomas más comunes son dolor en el pecho, dificultad para respirar, dolor en las espalda, hombros, cuello, mareos y sudoración. El riesgo disminuye en las personas que mantienen un peso saludable, no son fumadores y se ejercitan regularmente.

También hay que poner mucha atención a los accidentes cerebrovasculares, que suceden cuando la sangre y el oxígeno no llegan a ciertas partes del cerebro. Llama de emergencia al 911 si sientes entumecimiento repentino en la cara, brazos, piernas, sientes dificultad para hablar o pierdes el rumbo. Las probabilidades son menores en las personas con la presión arterial bajo control, bajo colesterol y bajo estrés (además de no ser fumadores y ser activos).

Los aneurismas también son más frecuentes a esta edad. Ocurren cuando la pared de la arteria se vuelve débil y pueden ocurrir sangrados graves. La buena noticia es que con los mismos cuidados de enfermedades cardíacas o cerebrovasculares también se previene esta condición.

Los molestos cálculos biliares empiezan a aparecer. Suceden cuando la bilis se endurece y se queda atascada en la salida de la vesícula biliar, ubicada debajo del hígado. Su tamaño (y molestia) puede variar entre un grano de arena y una pelota de golf. Las personas más propensas son aquellas que no realizan ningún tipo de actividad física o si sufren de diabetes o enfermedad de Crohn.

Lo peor de los cálculos es que pueden desatar una inflamación aguda del páncreas. Los síntomas incluyen dolor de estómago severo, náuseas, vómitos y fiebre. Esta enfermedad puede ser muy riesgosa por lo que si sientes estos síntomas, lo mejor es llamar al médico de manera inmediata.

Algo muy similar puede ocurrir en los riñones. Los cálculos renales suceden cuando hay aglomeraciones duras de calcio en estos órganos. Si bien a menudo pasan sin representar un peligro, podrían ser muy dolorosos y bloquear el flujo de la orina. La mejor manera de prevenirlos es tomando mucha agua diariamente.

A esta edad también es necesario cuidar mejor de nuestros huesos pues se vuelven más frágiles y vulnerables a una fractura o a sufrir de osteoporosis (esto es más común en las mujeres mayores). Consulta con tu médico para apoyarte de suplementos de calcio y vitamina D para que tus huesos se mantengan sanos y fuertes.

La neumonía es otra enfermedad que se agrava con los años, sobre todo porque las personas mayores de 50 corren mayor riesgo de contraer el tipo de neumonía causada por las bacterias, y no por el virus, mejor conocida como neumonía neumocócica. esta enfermedad puede ser mortal y debe ser tratada urgentemente.

La famosa gota no se queda atrás. Esta condición es una forma de artritis que aparece como un dolor repentino e hinchazón en una de sus articulaciones, a menudo un dedo gordo del pie. Las personas que tienen una dieta alta en carne roja, mariscos o toman más de dos bebidas alcohólicas al diarias tienen mayor riesgo de sufrirla.

Recuerda que una vida saludable y equilibrada puede ayudarte a prevenir muchas enfermedades. Si reconoces alguno de estos síntomas, no tardes en visitar a un médico para recibir el diagnóstico adecuado.