Como hemos visto antes, existen muchos mitos y leyendas en torno al sexo, y casi se podría decir que hay todavía más en torno a los procedimientos anticonceptivos. Uno de los más afectados por toda clase de leyendas urbanas es la vasectomía. Quizá sea por la renuencia que hay entre los hombres a practicársela cuando consideran que es necesario recurrir a métodos anticonceptivos de mayor fiabilidad: en EE. UU., las mujeres se hacen ligadura de trompas con cinco veces más frecuencia que los hombres se hacen vasectomías.

Según los expertos, esto sucede porque muchos hombres creen que esta cirugía tiene efectos secundarios indeseables. Uno de esos efectos que se piensa es que una vasectomía te hará más propenso a tener cáncer de próstata, cuando esto no es cierto ni de lejos.

La vasectomía no incrementa el riesgo de padecer cáncer de próstata o cáncer testicular. Eso es completamente falso. De igual manera, otra creencia un tanto extendida también es falsa: la de que la operación provoca ser más propenso a padecer enfermedades cardiovasculares o problemas con el sistema inmunológico. No, tampoco es así.

De la misma forma, tampoco es cierto que una vasectomía provoque una disminución del deseo sexual. Un hombre que se ha aplicado este procedimiento puede seguir teniendo erecciones y disfrutar de su vida sexual tal y como lo hacían antes. La única diferencia tras la operación es que el semen no contendrá espermatozoides, nada más.

La vasectomía es un proceso quirúrgico simple, rápido y seguro que no necesita ni siquiera de hospitalización. Suele demorarse entre 15 y 30 minutos y solo se utiliza anestesia local. En una operación estándar, el médico corta o bloquea los tubos que llevan esperma de los testículos al pene, para lo cual hace uno o dos pequeños cortes en el escroto para llegar a esos tubos. Pero esa no es la única manera de hacer una vasectomía. Existen nuevos procedimientos en los que un médico tan solo hace una pequeña incisión en un lado del escroto. Ni siquiera hay necesidad de puntos de sutura cuando se hace de esa manera.

Tras la operación, será necesario todavía mantener un cierto control anticonceptivo durante un tiempo para que los espermatozoides desaparezcan del cuerpo del paciente. Es posible que para ello sea necesario eyacular entre 15 y 20 veces antes de que desaparezca del todo. Es por ello que habrá que llevar al médico muestras de semen tras la cirugía. Cuando se obtengan dos muestras que no contengan espermatozoides, el proceso habrá concluido del todo. Esto puede llevar unos 3 meses o más.

Pero, aunque existen métodos para revertir una vasectomía, lo cierto es que si se tiene la duda acerca de si querrá tener hijos más adelante, lo mejor entonces es no someterse a la operación. La cirugía para revertirla es cara y podría no funcionar. Más allá de esto, ninguno de los mitos existentes deben ser excusa para no aplicarse este método anticonceptivo si lo que se está buscando es una solución definitiva.