Estás sentando en la oficina trabajando y sientes el dolor intenso de cabeza, seguido por la alta sensibilidad a la luz, al sonido e incluso empiezas a ver pequeñas estrellitas. Los síntomas de la migraña varían de persona a persona pero entre los más frecuentes se encuentran los ya descritos, además de la náusea, dolor punzante de un lado de la cabeza, visión borrosa y vómito. De hecho, llevar un diario donde describas las fechas en las que sufres de estos ataques y los síntomas podría ser un gran primer paso para detenerlas y aprender a lidiar con las migrañas. Estas son otras ideas que puedes tomar en cuenta.

Empecemos por el diario de las migrañas. Puedes ayudarte de preguntas como: ¿qué estabas haciendo antes de notar la migraña?, ¿qué comiste ese día?, ¿cómo estaba el clima?, ¿en que parte de tu ciclo menstrual te encuentras?. Todos estos factores pueden ayudarte a ti y a tu médico a encontrar el factor en común, podrán saber qué es lo que desencadena las migrañas y eventualmente evitarlas.

Uno de los factores más importantes es la comida, así que pon mucha atención a lo que comes. Algunas personas pueden ser sensibles a ciertos químicos o nutrientes de ciertos alimentos, en la lista común se encuentra el alcohol (en especial el vino tinto), chocolate, bebidas con cafeína (como el café o el té) y los alimentos fermentados. Ojo que la cantidad también influye, es decir podría ser que una sola copa de vino no tenga ningún efecto pero dos o más desatarán una migraña. Un buen consejo si sufres de migrañas relacionadas a la comida es no saltarse comidas, lo mejor será además incluir snacks entre el desayuno, almuerzo y cena y no olvides mantenerte bien hidratado.

También es importante cumplir con horarios ordenados de sueño. Aprende a ir a la cama y despertarte a la misma hora, algunas personas son muy sensibles a los cambios repentinos de horario y podrían sufrir de una migraña a lo largo del día. Recuerda que dormir demasiado puede ser igual de malo que dormir muy poco, así que apunta a dormir 8 horas cada noche.

Haga ejercicio regularmente es otra manera de prevenir las migrañas. Esto sucede por dos motivos, primero la actividad física permite que nuestro corazón bombee mejor la sangre y segundo ayuda a controlar nuestro peso y tensión. Ayuda porque la obesidad y el sobrepeso también son considerados desentonantes de las migrañas. Trata de tener al menos 30 minutos de ejercicio diariamente.

No abuses del tiempo en las pantallas y otros dispositivos. Si trabajas todo el día frente a un computador eres más susceptible, pero visto que no es una opción dejar de trabajar, tómate tu tiempo para dar una pequeña caminata o un estiramiento. Tu cuerpo entero te lo agradecerá.

Y por último aprende a relajarte. El estrés desata migrañas, así que cuando salgas de la oficina deja el trabajo también. Reduce tu tiempo en el celular, pasa más tiempo en la naturaleza, lee un buen libro, haz yoga o busca alguna actividad que te relaje y de tiempo de reflexión.

Pon en práctica estos consejos y notarás que cada vez sufres menos de estos molestos episodios, además de otros cambios muy positivos en tu bienestar total.