¿Deberías preocuparte por esa tos de la que no logras curar? Si llevas semanas tosiendo y no has consultado con un doctor, tal vez es un buen momento para hacerlo. La tos no sucede porque sí, siempre es señal de un resfrío, una alergia, algún problema digestivo o un trastorno más serio. Por lo general, no es nada muy serio, pero es importante aprender a reconocer qué causa la tos.

El primer factor importante es el ambiente y la posible contaminación a la que esté expuesto. Elementos químicos como el dióxido de azufre o el óxido nítrico suelen provocar tos, pero el polvo y el moho tienen el mismo efecto. Si eres muy sensible a estos componentes, una máscara puede ser la solución.

Una gripe, un resfriado o la bronquitis también puede ser los ocasionantes. Lamentablemente, es muy fácil contagiarse a través de la tos de una persona enferma o incluso el tacto de objetos previamente expuestas. Si el malestar y la tos continúan por más de dos semanas, es muy importante revisar con un especialista.

La tos también puede ser ocasionada por la producción excesiva de moco, propia del cuerpo. Denominado goteo postnasal, esta condición ocasiona un goteo de moco en la parte posterior de la garganta y ocasiona la tos. El goteo se puede dar por varios motivos, como alergias o gripes y debe ser manejado según su ocasionante.

Otro mal de las vías respiratorias es el asma. Esta enfermedad produce dificultad al respirar y las personas afectadas podrían toser hasta el moco. El asma suele ser desencadenado por el humo, aire frío, estrés, ejercicio y el resfriado común. Un doctor puede ayudarte a prevenir ataques de asma y a lidiar mejor con esta condición.

Pero los problemas gástricos, como el reflujo,  también podrían producir una molesta tos. Esto sucede cuando el ácido estomacal regresa hacia la garganta, irrita al aparato digestivo y por lo general genera una tos seca. La mayoría de veces esta enfermedad puede ser manejada con cambios en el estilo de vida y sin el uso de medicamentos.

Si toses principalmente por las noches, y esto se acompaña ronquidos, podría ser tratarse de apnea obstructiva del sueño. Esta condición ocurre cuando músculos de la garganta se relajan durante el sueño y las vías respiratorias se cierran, dificultando la respiración. Si crees que este podría ser el caso, es necesario consultar a un doctor pues muchas personas necesitan cirugía para corregir el problema.

O si se trata de una tos acompañada de un moco espumoso de color blanco o rosado, podría tratarse de una insuficiencia cardíaca, es decir que tu corazón no bombea tan fuerte como debería.

Finalmente, si es tos con sangre tómalo como una alerta. Muchas veces esto indica cáncer de pulmón, al igual que una tos prolongada acompañada por dolor de pecho, sibilancias y dificultad para respirar.

Una tos que presente signos anormales o una larga duración es motivo para visitar al doctor. Si este es el caso, no dudes en visitar a tu especialista.