¿Qué es realmente un chuchaqui?

El chuchaqui es una serie de síntomas relacionados por un episodio reciente de consumo excesivo de alcohol. Por lo general, los síntomas incluyen dolores de cabeza, mareos, sed, confusión y fatiga. Normalmente suceden a la mañana siguiente del consumo excesivo de alcohol.

Si bien es imposible calcular cuánto alcohol se puede consumir de manera segura para evitar una resaca, pues depende del individuo y otros factores, existen algunos datos curiosos que te pueden interesar para aliviar el chuchaqui.

Antes de empezar, es importante recordar que el consumo excesivo de alcohol es perjudicial para la salud. No se trata simplemente de un chuchaqui al día siguiente, a corto plazo las grandes cantidades de alcohol hacen que el hígado trabaje de más, baja el azúcar en la sangre, disminuye la capacidad de combatir virus, bacterias o infecciones y reduce en general la cantidad de descanso. A largo plazo, puede traer problemas más graves.

Volvamos a la cantidad de bebidas necesarias para causar una resaca. La dosis depende de la edad, sexo, estatura y hasta origen étnico, pero sí te podemos dar algunas pautas. Por ejemplo, las mujeres tienen menor tolerancia al alcohol y en general entre 3 y 5 copas bastarán para generar un chuchaqui. En el caso de los hombres, la dosis aumenta hasta entre 5 y 8 copas. También es importante considerar qué tan rápido bebes, toma en cuenta que a tu hígado le toma aproximadamente 1 hora procesar 1 onza de alcohol.

Si quieres aliviar el trabajo de tu hígado, te recomendamos tomar agua antes, durante y después de beber alcohol. Seguramente ya sabes que las bebidas alcohólicas deshidratan; esto es lo que genera síntomas como dolores de cabeza o sensación de malestar en general. Beber agua entre cócteles te ayudará a mantenerte hidratado y reducirá la velocidad del efecto del alcohol. Por la mañana también se recomienda seguir hidratándose al día siguiente, sugerimos agua, jugos, bebidas hidratantes o incluso sopa de pollo.

Otro buen consejo es mantenerse con cerveza o licores de color claro. Un dato curioso, los licores oscuros, como el whisky, vino tinto, ron y brandy, golpean más rápido y provocan peores chuchaquis que bebidas claras como el vino blanco, la cerveza el vodka o la ginebra. Por supuesto, esto no quiere decir que no puedes tener una resaca ocasionada por el gin.

Un mito muy común entre los bebedores frecuentes es que comer carbohidratos antes de ir a dormir. La verdad es que no existe evidencia suficiente de que esto sea útil Lo que puede ayudar es comer antes de beber. De hecho, si tu estómago está vacío, entonces el alcohol se absorbe inmediatamente en el torrente sanguíneo y los efectos serán inmediatos, podrías incluso desmayarte.

Y por último, procura no tomar un análgesico antes de acostarte. Tu hígado ya está haciendo mucho trabajo procesando lo que bebiste. El ibuprofeno o la aspirina son mejores opciones porque no dañan el hígado, aunque pueden irritar el estómago y aumentar la probabilidad de que tengas úlceras. Por eso lo mejor es tomarlos junto con un buen desayuno con mucho líquido, proteína, carbohidratos y grasa.

Si los síntomas son muy graves es necesario que visites a un doctor.