Determinar la causa de un dolor de rodilla puede ser complicado ya que está conformado por muchos ligamentos, tendones y músculos que son usados a diarios, entonces pueden ser varias las razones del malestar. Por ejemplo, realizar un movimiento en exceso, especialmente si no se tiene el entrenamiento correcto, puede hacer que se desarrollen lesiones por uso excesivo. El desgaste simple ya es un problema que se puede agravar con la edad. Los accidentes pueden fracturar huesos o desgarrar los tejidos. Algunas enfermedades también pueden debilitar las articulaciones. Para conocer el problema de fondo es necesario consultar con un especialista.

Una caída o un golpe pueden causar dislocaciones o fracturas. Si después de un accidente existe dolor en la rodilla, especialmente en la parte donde se juntan el muslo y la espinilla, puede que un hueso se haya roto o que esté fuera de lugar. De ser este el caso, es necesario acudir al hospital cuanto antes. A veces, las fracturas se dan más lentamente, causando pequeñas grietas en los extremos de los huesos. Esto puede pasar si se ha empezado a utilizar la rodilla más de lo usual.

Los ligamentos también pueden romperse. Si después de cambiar la dirección de la rodilla bruscamente se escucha un sonido de pop y de repente ya no se puede mover la articulación, lo más probable es que se ha roto el ligamento cruzado anterior, que se encuentra en la parte posterior de la articulación. La rodilla estará hinchada, dolerá y se sentirá inestable. Estas lesiones suelen ocurrir cuando se practica soccer, fútbol americano o basketball. Cualquier tendón, ligamento o músculo que sostenga a la rodilla puede romperse. Por otro lado, el uso excesivo de la rodilla, puede inflamar los tendones y causar una condición llamada tendinitis.

La banda iliotibial, un ligamento que se encuentra al costado del muslo, también puede inflamarse. Este síndrome se produce comúnmente en personas que se ejercitan corriendo o cicleando. Puede que duela más al ir cuesta abajo o después de estar sentado mucho tiempo. El calentamiento previo al ejercicio puede aliviar el dolor pero si no se descansa lo suficiente para que la lesión se cure, se puede empeorar.

Las personas mayores de 65 años tienden a desarrollar un condición llamada osteoartritis, que desgasta el cartílago. Esto provoca dolor al doblar y estirar la rodilla. La articulación se siente rígida y puede que se inflame después de haberla usado un tiempo. Este tipo de daño tomar tiempo en ocurrir, por ello es más común en la gente mayor, sin embargo las personas más jóvenes también pueden desarrollarlo si es que han usado la articulación mucho tiempo después de una lesión, como el desgarro de un ligamento.

Otro tipo de enfermedades también puede atacar a las rodillas. Aparte del dolor y la inflamación, la persona también se siente enferma, cansada o tiene fiebre. Al tener una enfermedad autoinmune, el sistema inmunitario, que debería defender al cuerpo de los gérmenes, ataca a las rodillas. Por ejemplo, la artritis reumatoidea tiende a afectar a las manos y otras articulaciones pares en ambos lados del cuerpo. El lupus también afecta a las articulaciones, músculos,  y órganos. La artritis psoriásica provoca el desarrollo de secciones gruesas y con menor melanina en la piel, además de dolor en las articulaciones.