comida en una mesa

Todos hemos comido un plato de sopa caliente mientras estamos con un resfriado, pero ¿este plato realmente ofrece una posible cura o es simplemente una idea de los abuelos? Podríamos decir que sí, aunque no hay suficiente evidencia todavía.

A continuación te contamos algunos estudios que se han hecho relacionados al tema. Y si bien no encontrarás estudios que prueban científicamente que la sopa te ahorrará la ida a la farmacia, hay suficiente evidencia para que al menos valga la pena intentarlo debido a sus componentes.

Primero, la sopa podría tener un efecto antiinflamatorio y así aliviar los síntomas de las infecciones del tracto superior. Así lo asegura un estudio reciente publicado en la revista médica Chest.  Para esto, los investigadores estudiaron el movimiento de un tipo de glóbulo blanco llamado neutrófilo al ser combinado con la sopa y así notaron sus posibles efectos antiinflamatorios.

Es importante notar que este estudio fue realizado en un laboratorio y no en seres humanos, de modo que todavía queda la pregunta si un ser vivo tendría los mismos efectos que mostraron estos resultados.

En segundo lugar, el aroma de la sopa también podría ser beneficiosos para aliviar la sinusitis y despejar el tracto respiratorio, según un estudio separado publicado en la misma revista. Esta investigación notó que no solo la sopa activo el transporte mucociliar sino que también ayuda al cuerpo a limpiar las partículas de la infección a lo largo del tracto. Los resultados de la sopa fueron mejores que los del agua caliente.

Tercero, la mayoría de sopas incluye una buena combinación de ingredientes que las hace rica en minerales, nutrientes y vitaminas. Por ejemplo, al incluir zanahoria tenemos vitamina A y esta juega un rol clave en la respuesta inmune de nuestro cuerpo; el caldo de pollo tiene zinc que ayuda a combatir el resfriado; y el pollo puede ayudar con la reparación del tejido corporal.

Y por último, aunque suene difícil de creer, el entorno en el que se coma la sopa también ayuda. Muchas de las personas que consumen este alimento durante su malestar, lo hacen en casa y ha sido preparado por alguien que se preocupa. Puede ser efecto placebo, pero el ser cuidado y atendido por otra persona puede ayudarte a sentir mucho mejor durante cualquier enfermedad.

Recuerda que la clave de cualquier resfriado es comer sanamente, hacer reposo y tomar bastantes líquidos calientes. Así que si te gusta la sopa de pollo, estás cumpliendo dos puntos con un solo plato.

Por ahora no hay suficiente evidencia para probar que la abuela tenía razón, pero ya sabemos que podría posiblemente ayudar a reducir el malestar que tenemos durante una gripe. Y si no hace ningún mal, vale la pena probarlo.