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Mantener la sangre fluyendo cuando tenemos largos periodos de sedentarismo es vital para prevenir un coágulo sanguíneo peligroso y una posible trombosis venosa profunda. Esta condición es muy común cuando una persona tiene viajes largos en carro o en avión, y también entre aquellos que tienen reposos obligatorios. El secreto para sentirte control es: mientras más te muevas mejor.

Primero, la trombosis venosa profunda (TVP) sucede cuando la sangre se acumula durante la inactividad y se espesa en un coágulo. Por lo general, ocurre en la parte inferior del cuerpo pero también podría ocurrir en el brazo u otras áreas. El potencial problema es que el coágulo comience a viajar,  llegue a los pulmones y provoque una embolia pulmonar. Esto bloquea el flujo de sangre y podría hacer daños serios en tu salud e incluso la muerte.

¿Quiénes son más propensos a sufrir de esta enfermedad? Algunas personas tienen un trastorno de la coagulación que hace que su sangre se coagule con mayor facilidad, también tienen mayor riesgo las personas que han tenido una lesión o cirugía reciente, algunos tratamientos de cáncer o píldoras anticonceptivas, las mujeres embarazadas o que acaban de dar a luz, las personas mayores con un estilo de vida sedentario y los fumadores (porque el tabaco afecta negativamente la circulación).

Cómo prevenirlo

Si quieres prevenir la TVP te recomendamos unos pequeños movimientos y estiramientos suficientes para mantener activo el flujo sanguíneo y disminuir el riesgo de de coágulos.

Lo más básico es tratar de caminar, si estás en un avión, levántate y da una pequeña caminata hacia el baño; si estás en reposo obligatorio en tu casa o en el hospital (y puedes caminar), pide ayuda a una persona  para dar unos cuantos pasos y estiramientos.

Si no puedes caminar, puedes hacer algunos ejercicios en la silla, una vez cada hora. Por ejemplo, puedes apoyar tus pies en el piso y luego levantar los dedos de los pies hacia ti, sostén por unos segundos.

También puedes hacer pequeños círculos con el tobillo levantando ambos pies del piso o si tienes suficiente espacio levantar completamente las piernas, alternándose entre sí.

Por último, aunque los coágulos en la parte superior del cuerpo son menos probables, puedes levantar los hombros hacia adelante y hacia atrás haciendo pequeños círculos. Luego, cambia de dirección y vuelve a empezar.

Si debes mantenerte acostado estira tus extremidades suavemente o levanta tus piernas en ángulos de 90 grados en relación a tu cuerpo. Trata de mantenerla en esta posición por 30 segundos y luego cambia de pierna.

En pocas palabras, mientras más te muevas mejor. Si puedes hacer actividades de mayor intensidad, menor riesgo tendrás. Al contrario, si sientes que estos ejercicios son muy exigentes, consulta con tu médico sobre la mejor opción para evitar que tu sangre se coagule.