¿Recuerdas la casa donde creciste? Lo más probable es que si. Seguro puedes ver la entrada, el color del piso e incluso algunos cuadros o muebles que la adornaban.

Las personas tenemos naturalmente una buena memoria visual y espacial. Es por esto que es fácil recordar lugares en los que pasamos mucho tiempo o que generaron algún tipo de impacto en nosotros. Si tan solo fuese tan fácil recordar el número de la cuenta bancaria.

Afortunadamente, sí puede ser así de fácil. Existe una técnica llamada El Palacio de la Memoria o Palacio Mental y sirve como método mnemotécnico para recordar información importante. Es típicamente usada por los competidores en el Campeonato Mundial de la Memoria. De hecho, el dos veces ganador Alex Mullen asegura que lo utiliza.

El palacio mental consiste en usar un espacio que recordamos bien para guardar información que no. Visualizar objetos es mucho más atractivo para nuestro cerebro que guardar figuras abstractas como números o nombres que no hacen ningún sentido.

Piensa que quieres recordar la lista de compras del supermercado. Comienza imaginando un lugar que conoces muy bien, como tu cuarto, y ahí ubica lo primero de la lista. ¿Los huevos quizás? Finalmente reemplaza los focos del cuarto por los huevos de la lista. Ahora sabrás que la lámpara significa “comprar huevos”. Lo siguiente: jugo de naranja. Imagina que tu cama está mojada y sucia por el jugo que derramaste. Así puedes empezar a almacenar toda la lista.

Las asociaciones entre los espacios y lo que necesitas comprar hacen que las compras sean muy fáciles de recordar. Así funciona el palacio de la memoria.

Esta técnica trabaja muy bien para cosas del día a día o para información importante relacionada a estudios o trabajo. Mientras más lo utilizas, mejor se vuelve la técnica y puedes guardar mucha más información.