¡Buenas noticias para los que disfrutan de una copa (o dos) diarias! El consumo moderado o leve de alcohol podría reducir el riesgo general de muerte prematura, y específicamente las probabilidades de morir por enfermedades del corazón, así lo sugiere un nuevo estudio en el Journal of the American College of Cardiology.

Para el estudio, los investigadores revisaron los datos de más de 333.200 personas que participaron habían participado en las entrevistas nacionales (en Estados Unidos) de salud entre 1997 y 2009. La encuesta incluía necesariamente preguntas sobre el consumo de alcohol.

Estos datos fueron vinculados al Índice Nacional de Defunciones, el cual reveló que alrededor de 34.700 esos participantes habían muerto desde entonces. De esas personas, poco más de 8.900 murieron de causas relacionadas con el corazón y 8.400 murieron de cáncer.

Así se llegó a la conclusión de que los bebedores moderados (hasta dos copas diarias para los hombres y una para las mujeres) tienen un 29% menos de riesgo de muerte relacionada con el corazón y un 22% menos riesgo de muerte por cualquier causa. Para los bebedores ligeros (menos de tres bebidas a la semana) también existe cierta protección, 26% y 21% menos respectivamente.

El problema radica en que la línea es muy delgada y el consumo excesivo de alcohol está relacionado con todo tipo de enfermedades y es sin duda perjudicial para la salud. Por ejemplo, los bebedores pesados tienen un 27% más de probabilidades de morir de cáncer. Esto incluye a las personas que toman más de dos copas durante uno o más días a la semana.

Es muy importante recordar que si bien varios estudios recomiendan una copa diaria, estas no son acumulables. Es decir, no es lo mismo una copa de vino con la cena todas las noches, que dos borracheras el fin de semana. En el segundo caso hablamos de una conducta que afecta a la salud y cae en la categoría de bebedor pesado.

De todos modos, si no eres bebedor, muchos expertos cuestionan si los posibles beneficios son tan buenos como para empezar a hacerlo. La mayoría coinciden que no y recuerdan a sus pacientes la importancia de beber responsablemente.