En el 2015, el caso de Grace, una pequeña de 8 años con epilepsia, revolucionó el mundo. Esta niña mexicana tenía hasta 400 convulsiones al día. Sufre de una epilepsia infantil conocida como síndrome de Lennox-Gastaut. Pero su caso es revolucionario porque fue la primera mexicana en consumir marihuana legalmente con fines médicos.

La familia de Grace había tratado con varios fármacos sin encontrar resultado. Hasta que descubrieron el caso de Charlotte, una niña en Estados Unidos que había logrado reducir 300 episodios de convulsiones semanales a 4 mensuales gracias al aceite de cannabidiol (CBD), un compuesto derivado de la marihuana.

La marihuana, o cannabis, tiene diferentes variedades. Una de estas, tiene menor porcentaje de THC (que es el principal contenido psicoactivo) y contiene más CBD, que además de no tener propiedades psicoactivas, podría ser clave para luchar contra la epilepsia.

¿Puede entonces el cannabis curar las convulsiones? Existen algunos estudios, informes, noticias y anécdotas de cómo el CBD puede ser muy útil. SIn embargo, realizar estudios todavía es difícil, pues los investigadores tienen acceso limitado a la marihuana, además de regulaciones y limitaciones financieras. Sin embargo, en Estados Unidos ya hay estudios en curso con fármacos derivados del CBD y la Administración de Alimentos y Fármacos de los Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) ya ha dado permiso a algunos centros de epilepsia para usar este medicamento con un número limitado de personas por cada centro.

El caso de Grace fue un detonante para que México autorice en abril del 2017 el uso medicinal y científico de la marihuana. En el dictamen se reconocen los beneficios del cannabis en cuanto a 40 enfermedades o trastornos distintos: la atenuación de migrañas, náuseas, epilepsia, tratamiento de la esclerosis múltiple, el glaucoma y más.

Este podría ser un primer paso para continuar con la investigación necesaria para que derivados de la marihuana sean usados como tratamientos para enfermedades donde los fármacos normales no encuentran una solución.